Exasesor de Justin Trudeau niega presiones a la exministra de Justicia

Gerald Butts, exasesor del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, negó este miércoles que presionase a la exministra de Justicia Jody Wilson-Raybould; un caso que ha provocado una grave crisis en el Gobierno de Canadá.

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Butts testificó este miércoles ante el comité de Justicia del Parlamento canadiense que está investigando las supuestas presiones que la exministra sufrió por parte de Trudeau, sus principales asesores y otros ministros del Gobierno.

Wilson-Raybould ha acusado a Trudeau y a Butts, entre otros consejeros del primer ministro, de haberla presionado durante cuatro meses para que interviniese ante la fiscalía y lograse que la constructora SNC-Lavalin recibiese un acuerdo de enjuiciamiento diferido.

SNC-Lavalin, que emplea a unas 9,000 personas en Canadá, está imputada por la fiscalía de corrupción por el supuesto pago de sobornos a altos funcionarios del desaparecido régimen de Muamar el Gadafi, incluido uno de sus hijos, para lograr contratos en Libia.

El acuerdo de enjuiciamiento diferido permitiría a SNC-Lavalin evitar las consecuencias más graves de una posible condena por corrupción, incluida la prohibición de participar durante 10 años en contratos públicos en Canadá.

Butts declaró a preguntas de diputados que Wilson-Raybould nunca comunicó a Trudeau o a su equipo que consideraba que estaba siendo presionada de forma inapropiada.

El exasesor de Trudeau sí que reconoció que sugirieron a la exministra de Justicia y exfiscal general de Canadá que buscase asesoramiento legal independiente sobre el caso dado el impacto social que tendría su decisión.

Butts señaló que era obligación de Wilson-Raybould buscar ese asesoramiento independiente, especialmente porque la ley que permite los enjuiciamientos diferidos es nueva en Canadá y esta habría sido la primera vez que se aplicase.

Butts, que ha sido la mano derecha de Trudeau desde que se convirtió en primer ministro en octubre de 2015, dimitió el pasado 18 de febrero del cargo, seis días después de que Wilson-Raybould abandonase el Ejecutivo canadiense.

La dimisión de Wilson-Raybould y su posterior testimonio el 27 de febrero ante el comité de Justicia han abierto una crisis en el Gobierno de Trudeau, que se agravó el lunes con la inesperada renuncia de otra ministra, la titular del Tesoro Jane Philpott.

Philpott que, junto con Wilson-Raybould, era uno de los pesos pesados del Gobierno de Trudeau, justificó su decisión por haber perdido la confianza en el Gabinete y su incapacidad de defender todas las decisiones que ha tomado el Gobierno.