Las informaciones en este sentido fueron publicadas en la edición de este miércoles del diario brasileño "O Estado de Sao Paulo", en un reportaje de su corresponsal en Ginebra, Jamil Chade, quien se remitió a un "alto funcionario" del sector de seguridad de la FIFA.
Según la agencia Estado, la noticia fue contestada por el director de Seguridad de la FIFA, Ralf Mutschke, quien aseguró que la entidad "tiene plena confianza en el amplio concepto de seguridad del gobierno y de las autoridades de seguridad de Brasil".
Asimismo, la asesoría de prensa de la FIFA criticó el reportaje, afirmando que el texto "transmite la impresión de que el equipo y los ejecutivos de la FIFA no vendrán a Brasil".
"No es así. La expectativa en la FIFA es enorme, y las personas están realmente ansiosas por venir a Brasil".
Según el reportaje publicado hoy, los dirigentes de las federaciones de futbol "están siendo aconsejados por la FIFA a permanecer por poco tiempo en territorio brasileño", y por ello llegarán al país días antes del Mundial para el Congreso anual de la entidad, se irán en seguida y "posiblemente volverán sólo para la final".
El diario agregó que un alto funcionario del sector de seguridad de la FIFA que no fue identificado admitió que los dirigentes de la entidad están "muy preocupados" por la posibilidad de que se repitan las manifestaciones populares de junio de 2013.
"Las protestas son una gran amenaza", habría afirmado la fuente.
Los actos que movilizaron a cientos de miles de personas en todo el país para protestar contra los millonarios gastos del gobierno para organizar el Mundial y en demanda de mejores servicios públicos de salud, educación y transporte, incluyeron cercos a estadios y un intento de invasión del hotel donde se hospedaba la FIFA, en Salvador de Bahía.
En la época, el presidente del ente rector, Joseph Blatter, abandonó Brasil al promediar la Copa Confederaciones, en un gesto que fue interpretado por la prensa como una muestra de descontento por las protestas. Según la FIFA, se debió a que el suizo deseaba seguir el desarrollo del Mundial Sub20, que se celebraba simultáneamente en Turquía.
Según "O Estado de Sao Paulo", tanto Blatter como el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, permanecerán en Brasil hasta el término del Mundial, el 13 de julio.
Para ello, la FIFA, el gobierno y los patrocinadores del Mundial estarían elaborando un plan destinado a asegurar que posibles protestas no logren afectar a los partidos de Brasil 2014, así como a garantizar "una protección extra para la 'Familia FIFA' y los patrocinadores".
En las redes sociales de Brasil, a través de las cuales se organizaron las protestas de la Copa Confederaciones, se están convocando nuevas manifestaciones en el país, bajo el slogan "No va a haber Copa".
En diciembre pasado, durante el sorteo de los grupos del Mundial, Blatter evitó pronunciar la palabra "protesta", pero lanzó un llamamiento a los brasileños "para que, a través del Mundial, se unan entre sí y se unan a todo el mundo", y le otorguen al futbol "el valor que le corresponde, dentro y fuera del terreno de juego".