"Todavía hay millones de niños y niñas que sufren y viven en condiciones muy parecidas a la esclavitud. No son números: son seres humanos con un nombre, con un rostro propio, con una identidad que Dios les ha dado", comienza así Francisco su mensaje.
Y recuerda que "demasiadas veces olvidamos nuestra responsabilidad y cerramos los ojos ante la explotación de estos niños que no tienen derecho ni a jugar, ni a estudiar, ni a soñar. Ni siquiera tienen el calor de una familia".
"¡Cada niño marginado, abandonado por su familia, sin escolarización, sin atención médica, es un grito! Un grito que se eleva a Dios y acusa al sistema que los adultos hemos construido. Un niño abandonado es culpa nuestra", denunció.
El papa realizó un llamamiento para que "no se permita que se sientan solos y abandonados", pues "necesitan poder recibir una educación y sentir el amor de una familia para saber que Dios no los olvida".
"Recemos para que los niños y niñas que sufren, los que viven en las calles, las víctimas de las guerras y los huérfanos, puedan acceder a la educación y redescubrir el afecto de una familia", concluyó.
Los vídeos del papa son una iniciativa que nació durante este pontificado y que tiene como objetivo difundir las intenciones de oración mensuales del pontífice y es desarrollada por la Red Mundial de Oración del papa.