Gobierno argentino polemiza con la Justicia en el caso Nisman

El gobierno argentino continuó hoy generando polémicas en el sonado caso del fiscal Alberto Nisman, hallado muerto con un disparo en la cabeza cuatro días después de haber denunciado por encubrimiento a la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner.

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Alberto Nisman.

El secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, negó que el gobierno quiera apartar a la fiscal Viviana Fein de la investigación del fallecimiento de Nisman y sostuvo que "sería aconsejable" que la funcionaria "no se fuera de vacaciones".

"Estamos en el medio de una investigación que preocupa a todos los argentinos, que nos tiene con vocación de resolverlo cuanto antes, de dar por clarificada cómo fue la muerte del fiscal, y (Fein) se va a poner la malla (traje de baño)", dijo Fernández a la prensa antes de ingresar esta mañana en la Casa de Gobierno.

Un rato después se supo que Fein decidió suspender sus vacaciones previstas para entre el 18 de febrero y el 5 de marzo, según anticipó el fiscal de Cámara, Ricardo Saenz, superior jerárquico de la funcionaria.

Es una de las tantas polémicas en torno a la muerte de Nisman, el fiscal que encabezaba la investigación de la voladura de la mutual judía AMIA en Buenos Aires en 1994, el peor atentado en la historia del país con 85 muertos y cientos de heridos.

El fiscal había denunciado a mediados de enero a la presidenta argentina por supuesto encubrimiento a los sospechosos iraníes del atentado a la AMIA.

La grave acusación fue desestimada por el gobierno, pero también por la Justicia y varios juristas, que cuestionaron la solidez de las argumentaciones del fallecido fiscal.

Nisman iba a ir al Parlamento el lunes 19 de enero para detallar su explosiva denuncia y dar pruebas, pero el día anterior fue hallado muerto en el baño de su departamento, donde contaba con custodia para su seguridad y cuyo desempeño está bajo la lupa.

La Justicia investiga las circunstancias del fallecimiento del fiscal, cuya familia manifestó que no cree que se haya suicidado. El gobierno primero abonó la hipótesis de que el funcionario se había quitado la vida. Luego dio marcha atrás.

Fernández de Kirchner dijo que está "convencida" de que no fue un suicidio y que todo es una operación contra su gobierno a raíz de un enfrentamiento entre sectores del organismo de espionaje en la Argentina, cuya cúpula fue removida por ella en diciembre, cuando fueron excluidos agentes de inteligencia con décadas de servicio.

Con el paso de los días, las controversias se fueron acumulando alrededor del caso. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, en una conferencia de prensa en la Casa de Gobierno, rompió el lunes dos notas del diario "Clarín" para reforzar su desacuerdo con la información que contenían.

El matutino había publicado el domingo que Nisman había analizado pedir el arresto de Fernández de Kirchner y de su canciller, Héctor Timerman. Se desprendía de un borrador de la denuncia que luego presentó, en la que quitó ese pedido. El escrito, fechado en junio, fue encontrado por la policía en el cesto de basura de Nisman, el día de su muerte, es decir, más de seis meses después.

Fein admitió el martes que el borrador de la denuncia realizada por Nisman, donde solicitaba detener a la presidenta, forma parte de la causa y asumió su "error involuntario" cuando el lunes último negó la existencia de esa documentación.

El cambio de postura de la fiscal fue calificado como "un papelón" por el gobierno. Mientras, Capitanich aseguró hoy que respeta "mucho la libertad de expresión y la libertad de prensa", dos días después de haber roto las notas de "Clarín", el poderoso medio enfrentado con el gobierno desde hace años.

El columnista político Joaquín Morales Solá consideró hoy en el diario "La Nación" que "es legítimo inferir que estamos frente a un gobierno asustado, casi desesperado por momentos, que trata de esconder algo o mucho".

Sobre el borrador de Nisman sostuvo que demuestra que "bien o mal" el fiscal "trabajó personalmente" en la denuncia que finalmente presentó, para lo cual "hizo y deshizo bocetos hasta llegar a la versión final".

"Que Nisman haya pensado, aunque fuera fugazmente, en pedir la detención de Cristina Kirchner y Timerman expresa también el demoledor peso de las pruebas que creía tener", opinó.

En tanto, el diario "Página/12", señalado como afín al gobierno, calificó como "insólita" la idea del fiscal de pedir la detención de Fernández de Kirchner, solicitud descartada por el funcionario porque "era demasiado".

"Nisman tuvo la intención de pedir la detención de la presidenta por un delito menor. El encubrimiento tiene una pena de uno a seis años de prisión y a lo sumo termina en una probation", lo cual, para el matutino, "exhibe una intencionalidad política inusual". (DPA)