Grecia pide a Rusia de forma indirecta un embargo de armas a Turquía

El ministro de Exteriores griego, Nikos Dendias, resaltó la importancia de un embargo de armamento a Turquía, algo que pidió de forma indirecta a su homólogo ruso, Sergei Lavrov, de visita en Atenas por primera vez desde 2016.

"He destacado que la venta de armamento a Turquía desestabiliza a todos los países de la región", afirmó Dendias en una rueda de prensa conjunta con Lavrov, tras una reunión en la cual debatieron todas las crisis de la región.

Según Dendias, "el denominador común" en todas estas crisis "es el papel desestabilizador de Turquía", al que acusó de tener "una visión expansionista neootomana".

"Turquía se ha transformado en una agencia de viajes para yihadistas a todas las crisis de la región", añadió Dendias en referencia a la presencia de militantes yihadistas en los conflictos de Libia y de Nagorno Karabaj, que enfrenta a Armenia y Azerbaiyán por dicho enclave, ubicado en territorio azerbaiyano pero poblado por armenios.

Grecia ha pedido en las últimas semanas a la Comisión Europea (CE) y a España, Alemania e Italia en particular que suspendan las exportaciones de armamento a Turquía como ejemplo de "la mejor solidaridad europea" cuando la soberanía de un Estado miembro está en juego.

Por su parte Rusia ha vendido a Turquía el sistema de misiles de defensa aérea S-400, lo que ha provocado reacciones tanto en la OTAN como en Estados Unidos, que piden con insistencia a Ankara que no lo instale.

En represalia, Estados Unidos ha congelado la venta a Turquía de aviones de combate F-35.

Lavrov aseguró que Rusia está dispuesta a ejercer como mediadora en el conflicto sobre las aguas del Mediterráneo oriental que ha elevado la tensión entre Turquía, Grecia y Chipre durante los últimos meses.

"Lo importante es que todas estas disputas deben ser resueltas de acuerdo con el derecho internacional marítimo, cuyos criterios deben aplicar todos los países que tienen costas en el Mediterráneo", afirmó el ministro de Exteriores ruso.

Además celebró el acuerdo de alto el fuego en Libia y expresó el deseo de que éste "también reciba el apoyo de Turquía", algo que aventuró que "no tardará" en ocurrir.

En la rueda de prensa Lavrov no habló del conflicto en Nagorno Karabaj pero en una entrevista con la agencia de noticias griega AMNA, destacó que Rusia considera tanto a armenios como azerbaiyanos hermanos suyos y que no acepta "una solución militar".

"Intentamos convencer a los turcos para que ejerzan su influencia en esta dirección", añadió.

La visita de Lavrov a Grecia es la primera desde 2016. Ambos destacaron que simboliza una nueva era en sus relaciones bilaterales, deterioradas en los últimos años por el acuerdo entre Grecia y Macedonia del Norte, que abrió el camino para la admisión de esta exrepública yugoslava en la OTAN, y al que Rusia se opuso firmemente.

Además de las crisis regionales, los dos ministros debatieron la mejora de las relaciones comerciales y culturales entre ambos países.