Como parte de las medidas se habilitarán números de teléfono para recibir quejas de votantes relacionadas con violaciones de la ley electoral, y las denuncias también llegarán a direcciones de correo electrónico y la página web de la entidad federal.
La administración exhortó a los electores a alertar de manera directa a las autoridades locales ante cualquier posible delito o hecho sospechoso.
El fiscal general, Jeff Sessions, señala en un comunicado que centrará los recursos del departamento bajo su mando en garantizar el correcto cumplimiento del sufragio.
A su juicio, el fraude no será tolerado pues esa práctica, agrega, corrompe la integridad de las elecciones.
Estamos usando cada herramienta legal que tenemos, tanto civil como penal, para proteger los derechos de millones de estadounidenses a la hora de emitir su voto sin trabas, puntualiza.
Por su parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, escribió este lunes en su cuenta personal de la red social Twitter que los encargados de aplicar y hacer cumplir la ley fueron notificados para vigilar de cerca cualquier voto ilegal.
Quienes sean capturados en esas violaciones estarán sujetos a las máximas sanciones de la ley, sostuvo el mandatario.
Mañana se renovarán los 435 escaños de la Cámara de Representantes y 35 de los 100 puestos del Senado, ambas estructuras ahora con mayoría republicana.
También se escogerán en el proceso, el cual a juicio de muchos se trata de un referendo contra Trump, los gobernadores de 36 estados y de tres territorios, y centenares de cargos públicos a nivel estatal y local.
Varias encuestas afirman que el Partido Demócrata logrará el dominio de la Cámara baja mientras que la organización roja mantendrá el mayor número de senadores.