Indígenas de Canadá se comprometen a seguir buscando los niños desaparecidos

Líderes indígenas canadienses se comprometieron este jueves a localizar los cuerpos de los miles de niños aborígenes desaparecidos en internados gubernamentales, tras el descubrimiento en las últimas horas de 751 tumbas no identificadas en el cementerio de una antigua residencia escolar.

El descubrimiento de las tumbas en los terrenos de la residencia escolar Marievel, en la provincia de Saskatchewan (oeste de Canadá), se produce un mes después de que otro grupo indígena anunciara el hallazgo de los restos de 215 niños en otro internado gubernamental, esta vez en la localidad de Kamloops.

El jefe de la primera nación cowessess, Cadmus Delorme, dijo este jueves durante una rueda de prensa que tras el descubrimiento de Kamloops, empezaron "trabajos con radar de penetración de terrenos el 2 de junio".

"A fecha de ayer, hemos encontrado 751 tumbas sin identificar. No es una fosa común", continuó.

"Durante años, las historias orales de nuestros ancianos, de nuestros supervivientes y de los amigos de los supervivientes, han contado que estos enterramientos existían. En 1960 puede que hubiera lápidas en estas tumbas. Los representantes de la Iglesia Católica se llevaron las lápidas y hoy son tumbas sin identificar", añadió Delorme.

El jefe de la Federación de Naciones Indígenas Soberanas (FSIN) de Saskatchewan, que representa a las 74 primeras naciones (grupos indígenas) de la provincia, Bobby Cameron, afirmó: "Esto fue un crimen contra la humanidad. Un ataque contra las primeras naciones. El único delito que cometimos como niños fue haber nacido indígenas".

Cameron añadió que los grupos indígenas van a seguir buscando a los niños desaparecidos.

"VAMOS A ENCONTRAR MÁS CUERPOS"

"Vamos a encontrar más cuerpos y no vamos a parar hasta que encontremos a todos nuestros niños. Vamos a buscar en cada una de las escuelas residenciales y no vamos a parar ahí. Vamos a buscar en todos los sanatorios y hospitales para indígenas y en todos los sitios a los que nuestras gentes fueron llevados y abusados, torturados, maltratados y asesinados", afirmó Cameron.

La escuela residencial de Marievel, a unos 2,500 kilómetros al noroeste de Toronto y que operó entre 1899 y 1996, era uno de los aproximadamente 130 internados gubernamentales que Canadá creó a finales del siglo XIX para asimilar a la población indígena.

Las residencias escolares estaban gestionadas por órdenes religiosas, en su mayor parte de la Iglesia Católica. Por estos internados, que funcionaron entre 1890 y 1997, pasaron unos 150,000 niños indígenas, muchos de los cuales sufrieron abusos físicos, psicológicos y sexuales durante su estancia.

Se estima que miles de menores murieron en las residencias escolares debido a enfermedades, mala atención sanitaria y la precariedad de las condiciones, pero también por los abusos sufridos.

En 2015, la Comisión para la Verdad y la Reconciliación de Canadá concluyó que 1 de cada 50 niños fallecieron en esas instalaciones, lo que supone alrededor de 3,200 menores, aunque esta cifra es considerada conservadora por dirigentes indígenas.

Delarme declaró a Efe que "el papa necesita disculparse por lo que ha pasado en la residencia escolar de Marieval, su impacto en la primera nación de los cowessess, los supervivientes y sus descendientes".

"La disculpa es un paso de muchos en el trayecto hacia la recuperación", añadió Delorme.

"ESAS MONJAS ERAN REALMENTE MALAS"

Florence Sparvier, una mujer cowessess de 80 años de edad y que en su infancia fue internada a la fuerza en la residencia escolar de Marievel, relató cómo se encarcelaba a las familias que se negaban a entregar a sus hijos a las autoridades.

Una vez en la residencia escolar, los religiosos "nos hacían creer que no teníamos alma", recordó.

"Nos golpeaban y eran realmente malos. Y cuando digo que nos golpeaban, realmente dijo golpes. Esas monjas eran realmente malas con nosotros. Yo creo que tampoco querían estar ahí", declaró Sparvier.

En un comunicado, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, afirmó que estaba "terriblemente entristecido" tras conocer la noticia.

"Los hallazgos de Marievel y Kamloops son parte de una tragedia mayor. Son un vergonzoso recuerdo del racismo sistémico, la discriminación y la injusticia que los pueblos indígenas han sufrido, y siguen sufriendo", añadió Trudeau.