Además de Gularte, cuya familia afirma que sufre esquizofrenia, los condenados son dos australianos, tres nigerianos, un filipino, un francés y un ghanés. En el grupo también sería ajusticiado un indonesio.
"Si no pasa nada extraordinario, las ejecuciones serán este mes, después de la conferencia", anunció hoy el portavoz de la fiscalía, Tony Spontana. Tanto Australia como Brasil intentan desde hace semanas conseguir un indulto para salvar a sus ciudadanos del pelotón de fusilamiento.
Horas antes, Indonesia protestó y llamó a consultas a su embajador en Arabia Saudí por la ejecución esta semana de dos mujeres indonesias en el país árabe. Las dos, que como decenas de miles de sus compatriotas trabajan como empleadas domésticas en el reino, habían sido condenadas por asesinato.
Sin embargo, la protesta no se dirigió contra las ejecuciones en sí, sino contra la violación del protocolo diplomático. El Ministerio del Exterior se quejó de no haber sido informado de antemano de que se iba a cumplir la sentencia.
Mientras que la pena de muerte no se enfrenta a una gran oposición en Indonesia, los ciudadanos sí se quejan de que su gobierno hace poco para proteger a indonesios condenados en el extranjero.
Yakarta considera las protetas brasileñas y de los otros países como una injerencia y rechaza revisar las condenas. (DPA)