Numerosos medios señalan que más de 100 compañías españolas acuden a un encuentro comercial con empresas británicas bajo el cobijo de este periplo oficial, primero de un monarca de la nación ibérica a este país desde 1986.
La soberana anfitriona recibió a sus huéspedes en la sede de la Guardia de Honor, ubicada en el centro de la capital, junto a su esposo, el Duque de Edimburgo, para luego acompañarlos en una carroza hasta el Palacio de Buckingham, donde residirán durante tres días.
El protocolo de bienvenida incluyó el disparo de 42 salvas de artillería desde la Torre de Londres y otras tantas desde Green Park, así como los honores rendidos a los reyes españoles por el primer batallón del regimiento de la Guardia Irlandesa.
Durante la ceremonia, la Reina Isabel II hizo entrega al Rey Felipe VI de la Orden de la Jarretera, máxima distinción del Reino Unido y la más prestigiosa y antigua orden dinástica del mundo, junto a la española del Toisón de Oro.
El jefe del Estado español lucirá la distinción por vez primera esta noche, en la cena de gala ofrecida por su homóloga británica en honor suyo y de su esposa en el Palacio de Buckingham.
Además de la vertiente institucional, esta visita tiene un connotado interés económico, pues gran parte de los conglomerados ibéricos que acompañan a Felipe VI viven momentos complicados ante el impacto del conocido Brexit.
Por lo tanto, uno de los objetivos del gobierno de Londres es transmitir tranquilidad a quienes posean inversiones en territorio británico.
Las relaciones bilaterales entre España y Reino Unido superaron en 2016 los 30 mil millones de euros, al tiempo que estudios recientes reportan al menos 140 mil empleos en Reino Unido, los cuales dependen directamente de inversiones españolas.