La conmemoración de carácter estatal tendrá lugar en una fecha por determinar después del verano, y tras la ceremonia privada organizada por la familia de Abe el pasado martes en un templo budista de Tokio.
El evento permitirá "mostrar el duelo por su fallecimiento y al mismo tiempo nuestra determinación para defender la democracia sin ceder ante la violencia", dijo este jueves en rueda de prensa el primer ministro nipón, Fumio Kishida.
El funeral de Estado de Abe será el primero de este tipo para un ex primer ministro desde el que se dedicó en 1967 a Shigeru Yoshida, quien ejerció como primer ministro en el Japón de posguerra.
Kishida afirmó que el político fallecido el pasado viernes merece un memorial estatal debido a sus "numerosas e importantes contribuciones" al país, entre ellas su labor diplomática o los esfuerzos por reconstruir las zonas más castigadas por el terremoto, el tsunami y el desastre nuclear de 2011.
Abe, mentor político del actual mandatario nipón, se convirtió en el primer ministro más duradero de la historia japonesa con su mandato entre diciembre de 2012 y septiembre de 2020, cuando renunció al puesto por motivos de salud.
A pesar del carácter privado que tuvieron el velatorio y el funeral celebrados el pasado lunes y el martes, miles de ciudadanos se acercaron al templo budista de Zojoji para presentar ofrendas florales en su memoria.
A estos actos, además, acudieron dignatarios extranjeros de diversos países, así como personalidades de la política y los negocios de Japón.
Abe murió tras ser tiroteado por la espalda durante un mitin celebrado el pasado viernes en Nara (oeste de Japón) por un exmilitar, que empleó un arma de fabricación casera y quien, tras ser detenido, afirmó que decidió cometer el magnicidio por los supuestos vínculos del político con una organización religiosa que causó problemas a su familia.