Jefe de Asamblea General ONU critica a alcalde de Nueva York por no recibirlo

El presidente de la Asamblea General de la ONU, el turco Volkan Bozkir, se quejó este viernes de que el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, no ha aceptado reunirse con él para discutir una posible coordinación entre la sede de Naciones Unidas y la ciudad en relación con la pandemia de la covid-19.

"Como presidente de la Asamblea General de la ONU quería reunirme con el alcalde, ya que necesitamos un diálogo y una estrecha colaboración entre la Asamblea y la oficina del alcalde durante la pandemia. Me entristeció saber que no estaba disponible", escribió Bozkir en su cuenta de Twitter, en la que también difundió un comunicado sobre la cuestión.

En la nota, en la que claramente se percibe el malestar del diplomático turco, Bozkir asegura que la ONU está contenta "de generar miles de millones de beneficios y decenas de miles de trabajos en Nueva York".

"Con nuestra presencia, es un privilegio contribuir y reforzar el estatus de Nueva York como una ciudad global dinámica y cosmopolita", dice Bozkir, antes de subrayar que "Naciones Unidas y Nueva York deben colaborar más estrechamente que nunca".

Según Bozkir, que asumió su cargo este septiembre, "la pandemia requiere contactos al más alto nivel".

"Como representante de 193 países y líder de una de las entidades políticas más significativas de la ciudad, considero necesario promover el diálogo y la coordinación entre ambas administraciones", agrega el presidente de la Asamblea.

Además, insiste en que está "preocupado" por "la falta de interacción" en este asunto, debido a que las políticas de la ciudad "afectan directamente al trabajo de Naciones Unidas y, por extensión, al de millones de vidas en todo el planeta".

La sede de Naciones Unidas, situada en Manhattan a orillas del río Este, era ocupada diariamente antes de la pandemia por en torno a 11,000 personas entre diplomáticos, trabajadores y visitantes ocasionales.

Sin embargo, tras el estallido de la pandemia, la gran mayoría de las actividades comenzaron a celebrarse de manera virtual y se redujo drásticamente la presencia de personal en la sede.

Nueva York, que en la actualidad es una de las ciudades de Estados Unidos con menor índice de contagios, se convirtió en marzo y abril en el epicentro mundial de la pandemia.