Kerry protagoniza primera visita de un alto cargo de EEUU a China en 20 meses

El enviado especial de Estados Unidos para el cambio climático, John Kerry, trató hoy con sus pares chinos en Shanghái cuestiones medioambientales en la primera visita oficial de un alto cargo del país norteamericano a China en más de 20 meses.

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Kerry -que llegó este miércoles a China como parte de una gira asiática que le llevará también a Corea del Sur- es el primer alto representante de EEUU que viaja al país desde que julio de 2019, cuando el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, y el de Comercio Exterior, Robert Lighthizer, acudieron a Shanghái a una ronda negociadora sobre la guerra comercial entre ambos países.

Bajo el mandato del expresidente Trump, que visitó Pekín en noviembre de 2017, las relaciones entre Pekín y Washington se deterioraron notablemente a partir de 2018, primero por el conflicto comercial y luego por la guerra tecnológica y la pandemia.

Aunque la visita de Kerry se centra en la lucha contra el cambio climático, supone una nueva toma de contacto pública entre ambas superpotencias.

El pasado marzo altos representantes de China y Estados Unidos se reunieron en Alaska en un ambiente tenso y de cruce de acusaciones, en la que fue el primer encuentro oficial entre China y la Administración de Joe Biden después de la llegada de este a la Casa Blanca en enero.

EL MEDIOAMBIENTE, PUENTE ENTRE AMBOS

Antes de aquella cita, varios analistas chinos coincidieron en que el encuentro no repararía las dañadas relaciones a ambos lados del Pacífico, pero señalaron a la lucha contra el cambio climático como uno de los asuntos clave en los que Washington y Pekín podrían entenderse.

Una semana antes de que comience la cumbre sobre cambio climático convocada por Biden en Washington para el 22 y 23 de abril, Kerry ha aterrizado en Shanghái con intención de entrar en materia.

Aunque la prensa china ha dedicado a la visita poco más que editoriales y la información escasea, sí se sabe que Kerry y su homólogo chino, Xie Zhenhua, intercambiaron opiniones sobre el modo en que los dos mayores emisores de dióxido de carbono del planeta pueden abordar la emergencia climática.

Asimismo, el diario local The Paper indicó hoy que el enviado de Biden para el cambio climático -que permanecerá en China hasta el sábado- también intercambiará impresiones con otros funcionarios chinos, con algunos de ellos por videoconferencia.

Para el investigador del Instituto de China de Estudios Internacionales Zhang Tengjun, la visita de Kerry también "es simbólica hasta cierto punto, porque de nuevo muestra que Estados Unidos todavía espera cooperar con China en algunos asuntos globales".

DESAFÍO CONJUNTO

Para la organización ecologista Greenpeace, la única vía posible en materia medioambiental para China y Estados Unidos es la cooperación.

"La visita de Kerry recalca un hecho incontestable: para cualquier solución al cambio climático es necesario que China y EEUU avancen en la misma dirección. Un desacople sobre cambio climático no es ni factible ni sensato", dijo hoy a Efe Li Shuo, asesor político de la rama de Asia oriental de la citada organización ecologista.

"De los incendios de California a las tormentas de arena de Pekín, las consecuencias de un fracaso en este asunto están claras para ambos -agregó Li-. Hay intereses compartidos para enfrentarse a esta crisis, y no se puede hacer sin debatirlo antes".

"Espero que la visita de Kerry abra nuevas sendas a través de la turbulenta geopolítica", apuntó, en referencia al mal momento en las relaciones entre ambas partes en otros frentes.

PRAGMATISMO EN LAS DOS ORILLAS

El viaje de Kerry coincide con otra visita estadounidense mucho más polémica para China: la del exsenador de EEUU Chris Dodd y los exvicesecretarios de Estado Richard Armitage y James Steinberg a Taiwán, isla que se gobierna de manera autónoma desde 1949 pero cuya soberanía reclama Pekín.

A diferencia de la del enviado para el cambio climático, esta no tiene estatus de visita oficial y la llevan a cabo antiguos funcionarios, lo que podría dar la sensación de un nuevo patrón diplomático respecto a China por parte de Washington, que en 1979 cambió sus relaciones diplomáticas con Taipéi en favor de Pekín.

Pero esta flexibilidad -si bien a otros niveles- no es exclusiva del lado estadounidense, ya que, desde el Centro de Investigación de Finanzas Verdes de la Universidad de Fudan (en Shanghái), su director, Li Zhiqing, propone a Efe aprovechar la predisposición de ambos países en materia climática para "vincular el asunto del cambio climático a las relaciones comerciales y económicas".

"La respuesta al cambio climático incluye dos aspectos: la adaptación y la mitigación, y esto incluye productos, tecnología y equipos en estos campos. Si queremos cooperación, podemos sopesar abrir más el mercado de capitales, de financiación y de tecnología relacionados con el cambio climático", sugirió Li.