La ex provincia secesionista serbia ya disponía de 2,500 soldados, pero éstos actuaban bajo las órdenes de las tropas internacionales lideradas por la OTAN, KFOR.
Serbia no demoró en criticar el anuncio y exigió que las nuevas fuerzas no tuvieran acceso a las zonas del norte del país habitadas por minorías serbias.
Según el Ministro de Kosovo del gobierno serbio, Aleksandar Vulin, con esta medida Kosovo tan sólo busca intimidar a las minorías en el país para empujarlas a la migración.
La policía especial kosovar irrumpió hoy en el juzgado de la ciudad de Strpce, de mayoría serbia, y se incautó de documentos y detuvo a cuatro policías serbios, aseguraron autoridades serbias, que criticaron el hecho en duros términos.
Desde la central kosovar aún no se produjeron pronunciamientos al respecto. (DPA)