La crisis empuja a la UE a intensificar la lucha contra la evasión y el fraude fiscal

Apresurados por la crisis económica, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) se comprometieron hoy a reforzar la lucha contra la evasión y el fraude fiscal al establecer un límite de seis meses para hacer realidad el intercambio automático de información bancaria entre los países.

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"Es el momento de avanzar en la lucha (contra el fraude y la evasión fiscal). Vemos como, titular tras titular, hay lagunas en la legislación fiscal, lo que alimenta la indignación pública", señaló el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, al término de la reunión que los Veintisiete dedicaron hoy a afrontar ese problema.

Van Rompuy reiteró que "millones de millones de euros se pierden. En una época de austeridad, es un tema de justicia y credibilidad".

Luxemburgo y Austria aceptaron aprobar antes de finales de este año la revisión de la directiva sobre la fiscalidad del ahorro que bloquean desde 2008, aunque también esperan ver progresos en las negociaciones que la Comisión Europea (CE) va a iniciar con cinco países vecinos considerados "refugios", entre ellos Suiza.

Los dos países comunitarios han relajado su defensa de su tradicional secreto bancario ante el aumento de la presión por parte de sus socios europeos, cada vez más preocupados por el creciente descontento de unos ciudadanos que sufren los efectos de la austeridad, a la vez que estallan los escándalos de la evasión de grandes fortunas.

Sin embargo, queda por ver si Suiza, Liechtenstein, Andorra, Mónaco y San Marino aceptan aumentar su intercambio de información bancaria con una Unión Europea que no termina de dar luz verde a una mayor cooperación entre los propios socios comunitarios.

Luxemburgo y Austria también deberán cumplir con el compromiso y ponen fin a su bloqueo en los próximos seis meses.

El primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, trató de lanzar un mensaje de confianza al afirmar que la posición final de su país "no dependerá del resultado de estas negociaciones" con esos países, pero añadió una dosis de ambigüedad al exigir que los contactos avancen "para ver hasta qué punto puede ampliarse el campo de aplicación" de la directiva.

Ante esta incertidumbre, Barroso confesó que cree "que es importante, honestamente, que la opinión pública mantenga un control de cerca de los pasos que se den tras estos anuncios" de compromiso.

Otra cuestión que preocupa a los Veintisiete es coordinarse mejor para evitar la "planificación fiscal agresiva", es decir, la estrategia que siguen algunas multinacionales para minimizar el pago de impuestos a través de oficinas en otros países que gozan de mejor trato fiscal.

Barroso reconoció la preocupación que existe entre los líderes europeos "y no solo europeos" sobre esta cuestión, pero recalcó que "la propuesta actual no es una armonización completa del sistema fiscal en Europa, esto no es posible".

"No hemos discutido la armonización de las tasas corporativas, no era el problema de hoy, hay trabajo sobre esto pero necesitamos unanimidad. No hemos discutido tampoco si debe haber más o menos impuestos", insistió por su parte Van Rompuy.

El primer ministro británico, David Cameron, abogó por convertir el debate abierto en esta cumbre en "un punto de inflexión con el que poder romper con el secreto corporativo" y consideró que "la mejor solución es establecer normas y estándares globales duros donde todas las multinacionales hacen una justa y completa contribución".

Por su parte, el primer ministro irlandés, Enda Kenny, defendió el régimen fiscal que su país aplica a las empresas para atraer a multinacionales y negó que establezcan "acuerdos especiales con ninguna empresa", ante las recientes críticas recibidas de sus socios europeos y de Estados Unidos.

Las conclusiones aprobadas por los Veintisiete mencionan también por primera vez la necesidad de "responder a los desafíos" que plantea la "economía digital", un punto que hace referencia al modelo de negocio de las "grandes sociedades que se han instalado en Europa y que no pagan la tasa de impuestos que sería deseable a pesar de que tienen beneficios importantes", dijo el presidente francés, François Hollande.

Desde el Parlamento Europeo, el presidente del grupo de los socialistas y demócratas europeos (S&D), Hannes Sbowoda, admitió que la cumbre "finalmente ha dado algunos progresos, pero la lucha contra la evasión fiscal y los paraísos fiscales es solo el inicio".

Swoboda, no obstante, lamentó que los Veintisiete "hayan fracasado en dar una clara definición de paraíso fiscal y una lista negra de ellos". (EFE)