La disputa entre el Gobierno y los líderes locales daña la salud pública, según un asesor científico

La disputa entre el Gobierno británico y líderes locales en Inglaterra sobre el sistema de medidas regionales para contener la pandemia es "muy perjudicial para la salud pública", alertó este viernes un asesor científico del Ejecutivo.

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Varias autoridades locales del norte de Inglaterra están en contra del nuevo sistema de restricciones que ha ideado el Gobierno -de tres escalas de riesgo-, y exigen un mayor apoyo económico para los trabajadores afectados por los confinamientos.

El Gobierno central continuará este viernes los contactos con representantes del llamado Gran Manchester, una amplia zona altamente poblada, y de Lancashire (norte inglés) para situar a estas dos áreas en el nivel más alto de riesgo -el 3- debido al fuerte incremento de los contagios de la COVID-19.

El científico Jeremy Farrar, que forma parte del llamado Grupo asesor científico del gobierno para emergencias, más conocido como Sage, alertó -en declaraciones a la BBC- de que los problemas causados por la pandemia van más allá de políticas partidistas o de una división entre el norte y el sur de Inglaterra.

"Creo que tenemos que unirnos como país. Esta fragmentación y hacer de esto un problema norte-sur o de políticas partidistas, es una ruta muy peligrosa a tomar", añadió.

"Si uno mira a países que han controlado esto bien -Alemania, China, Singapur, Vietnam, Corea, Nueva Zelanda-, tienen un consenso nacional sobre el camino a seguir", subrayó el científico.

El experto insistió en la necesidad de evitar la "confusión" porque eso sería "muy perjudicial para la salud pública y la capacidad del país para responder" ante la pandemia.

También alertó de que un confinamiento nacional por un corto periodo de tiempo -que ha denominado "cortocircuito"- debió establecerse el pasado mes de septiembre.

En su opinión, cuanto más se retrasen las medidas, la epidemia quedará "fuera de control".

El Gobierno británico dispuso ayer que Londres pase a un nivel más estricto de restricciones - el 2- para contener la COVID-19, con la prohibición a partir de esta medianoche de las reuniones bajo techo entre personas que no viven en el mismo hogar.

Liverpool está ya en el máximo nivel de restricciones - el 3- , con el cierre de bares y "pubs" que no vendan comida, pero otras grandes ciudades podrían entrar pronto en esa escala.

El Gobierno considera que el establecimiento de restricciones a nivel local es la mejor respuesta para atajar el problema y que es necesario "actuar" para prevenir más muertes.

El líder del Partido Laborista, Keir Starmer, ha reclamado esta semana que se apliquen medidas de confinamiento a nivel nacional durante dos o tres semanas en Inglaterra para tratar de rebajar la expansión del coronavirus.

En el último día se registraron en el Reino Unido 18,980 nuevos contagios y 138 fallecidos en un periodo de 28 días tras haber dado positivo en un test de COVID-19.