La matrícula, que tiene un coste anual de 15,000 dólares por alumno, se reparte en cuatro carreras de ingeniería en Agronomía, Agroindustria Alimentaria, Administración de Agronegocios y Ambiente y Desarrollo, explicó el rector de la también conocida como Universidad Agrícola Zamorano, el guatemalteco Roberto Cuevas.
De la población estudiantil en Zamorano, alrededor del 34 por ciento son mujeres, a quienes se les permitió acceder al prestigioso centro agrícola a partir de 1981.
La Escuela Agrícola no tiene fines de lucro, y según explicó Cuevas, previo a una visita de campo a la que se invitó a la prensa, funciona con donaciones y otras contribuciones de países y organismos internacionales, entre otros.
Los cuatro pilares de Zamorano son "excelencia académica, aprender haciendo, formación en valores y carácter, y el panamericanismo", añadió.
Todos los estudiantes son becados, aunque algunos parcialmente, para quienes el resto de la beca, tres cuartas partes, sale de la venta de los diversos productos que Zamorano coloca en diferentes supermercados de las principales ciudades de Honduras.
Una de las contribuciones recientes más importantes ha sido la del Gobierno de Perú, que en 2012 formalizó una alianza para que 50 jóvenes de ese país estudien con beca completa en Zamorano durante cuatro años, indicó Cuevas.
El rector dijo que el Gobierno de Perú, al seleccionar a un grupo de jóvenes de diferentes regiones de ese país para cursar estudios superiores en el exterior, escogió cuatro países, Francia, Australia, Cuba y Honduras.
La Escuela Agrícola Panamericana es considerada como una de las mejores del continente y desde su fundación, en 1942, ha graduado a unos 6.704 profesionales de 29 países de América y Europa.
Muchos de los profesionales formados en Zamorano ahora son propietarios de fincas y agroindustrias; ministros de Agricultura, directores y ejecutivos de corporaciones y bancos; académicos e investigadores, y líderes de proyectos, entre otras áreas.
El centro de estudios, cuyos docentes son profesionales con doctorado o maestría, se localiza en el valle de Zamorano, unos 30 kilómetros al oriente de Tegucigalpa.
El director del Departamento de Agroindustria, Luis Fernando Osorio, dijo que la Escuela cuenta con ocho plantas de producción y cinco laboratorios, para diferentes áreas, entre las que figuran nutrición, seguridad alimentaria, granos básicos y semillas.
"No hay otra universidad en la región que produzca alimentos para un mercado que exige cada día más", indicó el profesional.
Agregó que el verdadero producto del principio "aprender haciendo, no son los embutidos, carnes, jaleas, quesos o helados producidos en la Escuela, sino los estudiantes".
Según Osorio, los productos de Zamorano la gente los consume "porque les gusta el sabor, que es el más natural, y lo valoran por su calidad e inocuidad".
La excelencia académica de los estudiantes de Zamorano y todo lo que producen, es "parte de una estrategia de competitividad para aportar líderes que contribuyan al desarrollo de América Latina y el Caribe", acotó.
De los más de 100 productos elaborados en Zamorano, una parte solamente es para el consumo interno del centro educativo, mientras que el resto, como carnes, embutidos, lácteos, dulces, jaleas y miel de abeja, entre otros, se venden dentro y fuera de la institución.
De la leche, por ejemplo, se elaboran 36 productos, entre ellos leche fluida, quesos, dulces, mantequillas y cremas ácidas, entre otros.
La responsable del ganado lechero, Celia Trejo, indicó que Zamorano cuenta con 230 vacas de las razas holstein, jersey y pardo suizo, que diariamente producen entre 3,300 y 3,500 litros.
El programa de estudios en Zamorano se divide en dos años para un currículo con asignaturas generales combinado con módulos de trabajo práctico, y dos de especialidad, de la que los alumnos escogen entre las cuatro ingenierías que ofrece la Escuela.
El centro, en el que se forman "líderes para las Américas y el mundo", cuenta además con una moderna biblioteca, un templo de oración, canchas deportivas, cocina, comedor, lavandería y otros servicios a disposición de los alumnos, que no solo estudian, sino que trabajan en un ambiente de armonía con la naturaleza.