La fiscalía alemana registra al Deutsche Bank en medio escándalo de fraude

La fiscalía alemana registró hoy de nuevo la sede del Deutsche Bank en medio de una serie de escándalos por presunto fraude y ocultación de pruebas en que está inmerso el primer banco privado de Alemania.

El registro de este jueves, el segundo tras el realizado una semana atrás bajo sospechas de evasión fiscal y dudosas operaciones con el comercio de emisiones contaminantes, está relacionado con las acusaciones de fraude de los herederos del fallecido magnate multimedia Leo Kirch.

Hace aproximadamente un año se abrieron diligencias contra dos expresidentes de la entidad, Josef Ackermann y Rolf Breuer, entre otros altos directivos, en relación a la demanda de indemnizaciones presentadas por los sucesores de Kirch, que responsabilizan al banco de la quiebra del grupo.

El Deutsche Bank acapara estos días titulares por diversas acciones judiciales contra algunos de sus máximos responsables, actuales o ya retirados.

La pasada semana, la fiscalía que instruye el caso dictó órdenes de detención contra cuatro empleados por presunta ocultación de documentos.

Según el semanario "Der Spiegel", se sospecha que los empleados del Deutsche Bank borraron al menos 20,000 correos electrónicos y no han entregado documentación sobre ese tipo de comunicaciones de nueve colaboradores.

El copresidente del Deutsche Bank, Jürgen Fitschen, se ha visto salpicado por el escándalo, en tanto que responsable actual del departamento está siendo investigado.

"Der Spiegel" revelaba igualmente que Fitschen se quejó en una llamada telefónica al jefe del gobierno del "Land" de Hesse, Volker Bouffier, por la actuación masiva de los fiscales, que, dijo, ha dañado la imagen del banco.

Tanto Fitschen como Stefan Krause, también miembro del comité ejecutivo del Deutsche Bank, son investigados en relación con el caso de fraude fiscal.