La "intocable" india Ashwini K.P., nueva relatora de la ONU contra el racismo

La india Ashwini K.P., perteneciente a la discriminada comunidad dalit o "intocable", es desde este martes la nueva relatora especial de la ONU contra el racismo, convirtiéndose así en la primera no africana en ocupar este puesto.

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La relatora especial de la ONU contra el racismo, la india Ashwini K.P. EFE/EPA/JAGADEESH NV

La sexta relatora especial sobre las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia, un puesto creado en 1993, toma el relevo de la zambiana E. Tendayi Achiume, que concluyó sus cinco años de mandato.

"Es una gran responsabilidad", reconoce a EFE Ashwini durante una entrevista por videollamada desde la ciudad de Bangalore, en el estado meridional de Karnataka. Para algunos, dice, el puesto podría ser más un modo de promoción laboral o académica, aunque no para ella.

Ashwini K.P. -así escribe su apellido-, de 36 años, pertenece a la comunidad "intocable", situada en el escalafón más bajo del sistema de castas hindú. Por encima se encuentran los brahmanes (sacerdotes), shatriyas (guerreros y gobernantes), vaisyas (comerciantes) y sudras (sirvientes), que consideran impuros a los dalit.

Históricamente al intocable se le ha relegado a las labores consideradas "contaminantes", como la recogida manual de heces, basura, la manipulación de animales muertos o el traslado de cadáveres. En las zonas rurales, sus viviendas se sitúan a las afueras, y se les prohíbe el acceso a pozos o a los templos.

"Creo que al proceder de la comunidad (dalit), existe una gran expectación de que me centre en la casta" durante mi mandato, explica, pero está el problema de que "el término casta no ha sido mencionado explícitamente en ninguna de las convenciones" de la ONU.

El artículo 1 de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (ICERD), señala que la discriminación racial se refiere a "toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico", y es en el término "linaje" al que se agarran los activistas dalits para reclamar el reconocimiento de la casta como un modo de discriminación.

"La ausencia de términos, convenciones y pactos marcan una gran diferencia. Muchos (...) académicos y activistas dalit opinan que si hubiese una mención explícita de la casta, sería muy diferente el modo de abordar directamente la casta en lugar de andarse con rodeos", explica la nueva relatora especial contra el racismo.

La posición de la India ha sido contraria hasta ahora a incluir el término en la convención, subrayando que "casta no es igual que raza", como remarcó el representante indio en julio de 2020 durante la 44 sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, relegando a la casta a un asunto interno dentro de las fronteras indias.

La relatora entonces, Tendayi Achiume, replicó al representante indio que la "casta implica cualquiera de esas dimensiones (citadas en el artículo 1), incluido el linaje", por lo que la problemática dalit sí está dentro de su mandato, abriendo una vez más el debate.

En la India, en esa búsqueda interna de resolver el problema de la intocabilidad, se han tomado numerosos medidas sobre el papel, pero difíciles muchas veces de llevar a la práctica.

LA LUCHA INDIA CONTRA LA INTOCABILIDAD

Con la independencia del Imperio británico en 1947, la India inició la labor de redactar una Constitución, que entraría en vigor tres años después. Al frente estuvo el líder dalit Bhimrao Ramji Ambedkar, que prohibió en la Carta Magna la intocabilidad.

Además, se estableció un tipo de discriminación positiva a través del cual se reservaban puestos en la administración pública o en las instituciones académicas a los intocables, actualmente unos 200 millones de personas, para tratar de revertir siglos de opresión.

Ashwini forma parte de una de esas familias dalits que con el apoyo de las reservas logró romper el círculo de marginación, con su padre en la administración pública y ella habiéndose formado en algunas de las principales universidades de la India, como la JNU en la capital, mientras mantenía el activismo inculcado por sus padres.

Pero como estudiante, y más tarde como profesora universitaria de ciencias políticas, vivió entre sus compañeros o maestros una actitud "reacia hacia las reservas", viéndolas como un "problema", con la discusión recurrente de si realmente merecían el puesto. Es algo que "desmotiva a pesar de que seas muy buena estudiante", dice.

Hace cuatro meses también recibió amenazas de uno de sus estudiantes, solo porque "enseñaba el movimiento contra el sistema de castas y criticaba el Manusmriti", un código social hindú del siglo II antes de Cristo en el que se exponen las obligaciones y deberes de las diferentes castas, deshumanizando a los intocables.

Estos siglos de opresión han llevado a muchos "intocables" a interiorizar esta discriminación como algo natural, advierte Ashwini, pensando que es un precio que deben pagar por los pecados cometidos en vidas anteriores.

"Esa actitud ha roto por completo con todo el sistema en términos de empoderamiento de la comunidad", afirma la relatora, una situación que espera ayudar a revertir: "Creo que puedo hacer algo de justicia, y para mí tiene más que ver con que, durante mi mandato, mi intervención beneficie a algunas comunidades en términos socioeconómicos, de empoderamiento y de transformación social".