La jueza reprende a Assange por interrumpir a un testigo en su proceso

La jueza británica Vanessa Baraitser advirtió este martes a Julian Assange de que puede ser expulsado de la sala donde tiene lugar su juicio de extradición a Estados Unidos, después de que este refutara en voz alta una intervención del fiscal James Lewis, que representa a la Justicia estadounidense.

La magistrada le hizo una "clara advertencia" de que, si volvía a interrumpir los interrogatorios de testigos, sería "desalojado del tribunal y procesado en su ausencia".

Baraitser reconoció que, durante este juicio, que durará unas cuatro semanas, el fundador de WikiLeaks "oirá muchas afirmaciones" con las que "no estará de acuerdo", pero "no es esta su oportunidad" para rebatirlas, puesto que este proceso solo dirime su eventual entrega a EE.UU.

Sentado en la galería blindada del tribunal penal londinense de Old Bailey, el australiano de 49 años contradijo -pareció calificar de "sinsentido"- las alegaciones del fiscal, cuando interrogaba al segundo testigo de la defensa, el abogado británico-estadounidense Clive Stafford Smith.

Entre otras cosas, el fundador de la organización legal sin ánimo de lucro Reprieve explicó que las revelaciones de WikiLeaks fueron "muy útiles" para impulsar litigios contra presuntos abusos de derechos humanos o crímenes de guerra perpetrados por Estados Unidos, por ejemplo asesinatos con drones en Pakistán o las detenciones ilegales en Guantánamo.

Assange intervino indignado cuando Lewis sostuvo que las imputaciones de EE.UU. al solicitar su extradición no aluden a la "publicación" de información clasificada en WikiLeaks, sino al hecho de que no se eliminó el nombre de fuentes e informantes en Irak y Afganistán, lo que "puso en peligro vidas".

Según Lewis, por este motivo, la declaración de este testigo ensalzando la actividad del portal "no es relevante" para el proceso.

Stafford Smith testificó en persona después de que ayer lo hiciera por videoconferencia el historiador de periodismo Mark Feldstein, de la universidad estadounidense de Maryland (EE.UU.), que apoyó la tesis de la defensa de que las acusaciones contra el informático están "políticamente motivadas".

La fiscalía sostiene en cambio que los 18 cargos de espionaje e intrusión informática que se le imputan son un caso de "pura criminalidad".

En el primer día de esta fase de su juicio, Assange volvió a rechazar ayer su entrega a Estados Unidos, tras ser detenido por segunda vez en virtud de una nueva solicitud de Washington, que le atribuye haber conspirado con el exsoldado estadounidense Chelsea Manning en 2010 y con otros "hackers" entre 2007 y 2015 para publicar ilegalmente información secreta en WikiLeaks.

Las revelaciones en el portal expusieron crímenes de guerra en Irak y Afganistán, archivos sobre las detenciones extrajudiciales en la prisión de Guantánamo y cables diplomáticos que desvelaron abusos de derechos humanos en todo el mundo.