En su informe anual sobre la segunda mayor economía del mundo, la OCDE rebaja así sus previsiones, que antes eran de un 7.1%.
"El desafío consiste en mantener el suficiente impulso para reducir los desequilibrios, mientras se evitan adaptaciones demasiado abruptas que podrían desatar una crisis", señala el reporte, publicado en Pekín.
Los expertos alertan de los riesgos de un empeoramiento de la situación y las posibles consecuencias de una recesión mundial mayor.
Hay que reforzar los mecanismos del mercado y la protección jurídica, mejorar la formación y darle más derechos sobre las tierras a los campesinos, recomienda la OCDE. La reestructuración de las industrias con capacidades excesivas sólo puede tener éxito si se eliminan las garantías para las firmas estatales, de modo de que todas las compañías tengan las mismas posibilidades.
Pese a las advertencias, la OCDE se muestra optimista con la marcha actual de la situación. "La reducción ordenada de los desequilibrios está en marcha", indicó. "Los riesgos son controlables y se puede evitar un frenazo abrupto". (DPA)