La ONU alerta que el LRA es todavía "extremadamente peligroso" y pide arrestos

"Mantiene su capacidad de infligir sufrimiento importante sobre la población", dijo Moussa, quien pidió que se investigue de dónde se alimenta económicamente la guerrilla.

00044524-original.jpeg

El líder del Ejército de Resistencia del Señor (LRA, por sus siglas en inglés), Joseph Kony.

El Consejo de Seguridad de la ONU mostró hoy su apoyo a la lucha contra el Ejército de Resistencia del Señor (LRA), una organización que sigue siendo "extremadamente peligrosa", y pidió de nuevo que se cumplan los arrestos contra su líder, Joseph Kony, y de otros dirigentes de la guerrilla ugandesa.

El máximo órgano internacional de seguridad volvió a condenar "enérgicamente los ataques que viene perpetrando el LRA en ciertas partes del África central, que plantean una amenaza constante para la seguridad regional", según una declaración presidencial acordada por unanimidad.

El Consejo de Seguridad pidió una vez más a los combatientes del LRA que abandonen sus filas y participen en el proceso de desarme, al tiempo que pidió la colaboración internacional para que se detenga a Kony, el máximo responsable de innumerables secuestros de menores en Uganda y otras zonas de África central para hacer de ellos niños soldados, según la Corte Penal Internacional (CPI).

"Todos los Estados deben cooperar con las autoridades de Uganda y la CPI para que se ejecuten las órdenes de arresto y comparezcan ante la justicia los responsables de las atrocidades" perpetradas por el LRA, añade la declaración, en la que se hace una mención especial a Kony, el hombre más buscado en Uganda.

Los quince volvieron a condenar las acciones de esa organización, que tienen "graves consecuencias humanitarias y de derechos humanos, como el desplazamiento de más de 445,000 personas" en la región, así como "el reclutamiento de y la utilización de niños, las matanzas y las mutilaciones", entre otras "atrocidades".

La nueva condena del Consejo se produjo después de que sus miembros mantuvieran una reunión con el jefe de la Oficina de la ONU para África Central (UNOCA), Abou Moussa, quien aseguró que, pese a que la LRA cuenta ahora con "capacidad reducida", es todavía una organización "extremadamente peligrosa".

"Mantiene su capacidad de infligir sufrimiento importante sobre la población", dijo Moussa, quien pidió que se investigue de dónde se alimenta económicamente la guerrilla y quien solicitó la comunidad internacional que apoye "activamente" la nueva estrategia regional contra el LRA diseñada por la ONU y la Unión Africana (UA).

En su declaración, el Consejo de Seguridad dio su respaldo a esa nueva estrategia, presentada esta semana y que centra sus esfuerzos en acabar con los ataques LRA y ofrecer asistencia a las víctimas.

También busca expandir las actuales actividades para el desarme, desmovilización, repatriación y reintegración en las zonas afectadas por la violencia del LRA y promover la respuesta humanitaria para proteger a la infancia, entre otros.

El LRA, que pretende instalar en Uganda un sistema de gobierno basado en los diez mandamientos bíblicos, ha asesinado y torturado sistemáticamente a civiles desde que empezó a operar y ha extendido su área de influencia a varios países africanos.

Integrado por unos 500 combatientes y dirigido por Joseph Kony, el grupo rebelde nació hace 20 años con el propósito inicial de luchar contra la marginación de la etnia Acholi en el norte de Uganda, según datos de la ONU.