La ONU exige más liderazgo femenino tras una pandemia "con rostro de mujer"

La ONU exigió este lunes mayor protagonismo de las mujeres en los puestos de toma de decisiones, una prioridad clave en la lucha contra la desigualdad de género y que, según la organización, se hace aún más necesaria tras una pandemia que ha golpeado desproporcionadamente a la mujer.

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“La covid-19 es una crisis con rostro de mujer”, subrayó el secretario general de la organización, António Guterres, en la apertura de la comisión de Naciones Unidas sobre la Condición de la Mujer.

La cita, que cada año reúne en Nueva York a miles de representantes políticos y activistas para pasar revista a las políticas de igualdad, se desarrolla este año principalmente por vía virtual como consecuencia de la pandemia.

Una pandemia, que según insiste la ONU, está afectando de manera especialmente importante a las mujeres y que puede echar por tierra años de progresos en áreas como el acceso al mercado laboral o la lucha contra el matrimonio infantil.

"Las mujeres son el 70 por ciento del sector sanitario a escala mundial y ocupan la mayoría de trabajos en sectores económicos que han sido los más golpeados con la pandemia. En comparación con los hombres, las mujeres tienen un 24 por ciento más de probabilidades de perder su empleo y pueden esperar que sus ingresos se reduzcan un 50 por ciento más", destacó Guterres.

En su discurso, el diplomático portugués apuntó también cómo el trabajo no remunerado de niñas y mujeres se ha disparado por los confinamientos y cierres de escuelas y cómo la pandemia ha alimentado una "epidemia en la sombra de violencia" de género.

"Cada mes, el daño empeora, desde abusos sexuales hasta matrimonios infantiles. El perjuicio es incalculable y resonará durante décadas", insistió.

UNA CRISIS DISCRIMINADORA

"Esta es la crisis más discriminadora que hemos sufrido jamás", señaló la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, que destacó cómo la pandemia ha golpeado con mucha más dureza a quienes ya vivían en la pobreza y ha afectado especialmente a mujeres y niñas.

Mlambo-Ngcuka puso varios datos encima de la mesa: hoy hay 10 millones más de niñas en riesgo de matrimonio infantil, un 59 por ciento de las mujeres aseguran haber tenido que aumentar sus labores no remuneradas durante la pandemia, dos tercios de los puestos de trabajo perdidos son de mujeres y hasta 47 millones de mujeres más van a tener que vivir este año con menos de 1.90 dólares diarios.

La situación es especialmente difícil para las jóvenes, entre otras cosas por el aumento de la violencia doméstica, que se ha disparado especialmente en el grupo de edad de 15 a 24 años con los confinamientos.

MÁS MUJERES LÍDERES

Para la ONU, la necesidad de más liderazgo femenino es hoy más clara que nunca, tanto por una cuestión de justicia como de efectividad en la toma de decisiones.

Guterres destacó en ese sentido que los países encabezados por mujeres están logrando mejores resultados en la lucha contra el coronavirus, mientras que los Estados con las “respuestas menos efectivas han tendido a ser aquellos en los que han prevalecido enfoques de hombre fuerte y en los que los derechos de las mujeres son atacados".

“La igualdad de género es esencialmente una cuestión de poder. Vivimos en un mundo dominado por hombres con una cultura dominada por hombres”, denunció.

Curiosamente, la propia ONU ilustró este lunes ese desequilibrio de género, pues las cuatro primeras intervenciones en la apertura de la Comisión de la Mujer corrieron a cargo de hombres.

Según la organización, que en los últimos años ha logrado la paridad en algunos de sus estamentos clave, para avanzar en esa línea deben usarse todas las medidas necesarias -incluidas cuotas- en todos los ámbitos, desde las instituciones públicas hasta las directivas de empresas.

La mejora de la representación de la mujer y la lucha contra la violencia machista son los dos grandes ejes de esta edición de la Comisión de la Mujer, que se prolongará hasta el 26 de marzo y que incluirá un sinfín de intervenciones ministeriales, mesas redondas y actos paralelos.

Durante esas dos semanas, los países de la ONU deberán además acordar un documento de conclusiones que en los últimos años ha sido motivo de duros enfrentamientos entre gobiernos con posturas opuestas en ámbitos como la salud sexual y reproductiva o la definición de familia.