La OTAN prepara su cumbre con la vista puesta en Rusia y futuro de Afganistán

La OTAN ultima los preparativos de la cumbre de líderes aliados del próximo día 14 con la vista puesta en cómo ser más competitiva en el futuro, las amenazas de Rusia y cómo seguirá apoyando a Afganistán cuando sus tropas dejen el país este año, según repasaron hoy los ministros aliados en sendas reuniones.

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Los titulares de Exteriores primero, y de Defensa después, participaron en dos videoconferencias -en vez de poder reunirse en persona, a causa de la pandemia- para preparar la cumbre que en dos semanas servirá, además, para dar la bienvenida, como es tradicional, al nuevo presidente estadounidense, Joe Biden.

La cita supondrá una oportunidad "histórica", según dijo en una rueda de prensa el secretario general de la organización, Jens Stoltenberg, para demostrar la fortaleza del vínculo transatlántico, que no vivió sus mejores momentos durante la presidencia de Donald Trump.

SALIDA DE AFGANISTÁN TRAS 20 AÑOS

Tras 20 años de presencia militar en Afganistán, los aliados abandonarán el país para el próximo 11 de septiembre, aniversario de los atentados de Al Qaeda en Estados Unidos, tal y como han acordado.

Una salida de tropas (los aliados llegaron a tener 100,000 efectivos en ese país) que "progresa de manera ordenada y coordinada", según Stoltenberg.

Pero la marcha de los militares de la OTAN no significa que la Alianza deje de dar apoyo a los afganos en un delicado momento, cuando se registra un aumento de la violencia y un avance de los talibanes a pesar de los esfuerzos del Gobierno afgano por recuperar el territorio perdido en sucesivas contraofensivas.

Stoltenberg aseguró que los aliados mantendrán presencia civil en Kabul para proporcionar asesoramiento sobre la creación de capacidades de las instituciones de seguridad afganas.

Sobre la financiación de estas fuerzas, dejó claro que seguirán proporcionándola: "En la reunión de hoy, varios aliados dijeron claramente que están comprometidos con las decisiones de dar fondos", apuntó.

También afirmó que están trabajando en "cómo proporcionar entrenamiento fuera del país, en especial para las fuerzas de operaciones especiales afganas".

"Y estamos trabajando para ver cómo podemos apoyar infraestructuras críticas, incluido el funcionamiento continuado del aeropuerto internacional", comentó.

DESAFÍO DE RUSIA Y CRISIS BIELORRUSA

Otro asunto de actualidad que trataron los ministros hoy fueron las tensiones con Rusia y la crisis en Bielorrusia después de que sus autoridades -respaldadas por el Kremlin-, arrestaran al periodista disidente Román Protasevich al desviar a Minsk el avión comercial en el que viajaba.

Un acto que ya había condenado el Consejo del Atlántico Norte, el principal órgano de toma de decisiones de la OTAN, y sobre el que hoy Stoltenberg insistió en la necesidad de una investigación internacional urgente.

La OTAN mantiene un "doble enfoque" en su relación con Rusia, tratando de mantener los canales diplomáticos abiertos, pero, a su vez, firmeza en sus labores de defensa y disuasión, desde que Moscú se implicó en la crisis separatista en el este de Ucrania en 2014 y se anexionó ilegalmente la península de Crimea y el puerto de Sebastópol.

ACELERADOR TECNOLÓGICO

La cumbre de Bruselas también entrará de lleno en el debate sobre la agenda de la OTAN hasta 2030, y los planes para mantener su competitividad en un momento en que China, recordó Stoltenberg, invierte ya fuertemente en tecnologías punteras, como sistemas autónomos, inteligencia artificial o "big data", capaces de "cambiar el modo en que nuestros militares operarán en el futuro".

La OTAN plantea crear un programa de "aceleración tecnológica" en el que los aliados podrán participar voluntariamente.

"Un centro que reúna a los aliados para coordinar y trabajar juntos en el desarrollo de tecnologías y proporcionar financiación a los aliados que deseen participar en ello", indicó Stoltenberg.

Sería, además, una herramienta para evitar desigualdades entre aliados y garantizar la interoperabilidad entre ellos, afirmó, al tiempo que destacó que "muchos aliados quieren participar" en la iniciativa.

GASTAR MEJOR JUNTOS

Stoltenberg también defendió hoy la necesidad de incrementar la financiación común de la OTAN para cubrir los costes de sus operaciones, una iniciativa que planteó en febrero, pero que no ha entusiasmado a todos los miembros de la organización.

"Gastar juntos es un multiplicador de fuerzas, es un modo eficiente de gastar y también envía un mensaje muy claro a nuestras propias poblaciones y a cualquier potencial adversario", argumentó.