Los manifestantes prodemocráticos, cara a cara con el rey de Tailandia

Con gestos y gritos reivindicativos, los manifestantes prodemocráticos desafiaron este miércoles al rey Vajiralongkorn de Tailandia al paso de su caravana en Bangkok en un gesto inédito de rebeldía frente a la otrora sagrada monarquía.

"Libera a mis amigos", gritaban los manifestantes en referencia a la veintena de estudiantes que fueron arrestados ayer tras una escaramuza con la policía cuando esta trató de dispersarlos cerca del Monumento a la Democracia.

La imagen de este cara a cara contrasta con el pasado reciente, cuando los tailandeses se arrodillaban ante el paso de la caravana real.

Según las imágenes en las redes sociales, se puede ver a la reina Suthida sonreír junto al rey mientras su vehículo pasa cerca de los manifestantes en las inmediaciones de la sede del Gobierno, objetivo hoy de las protestas antigubernamentales lideradas por los estudiantes.

La principal demanda de las protestas es la dimisión del Gobierno y una nueva Constitución -la actual fue redactada por la antigua junta militar (2014-2019)- que reduzca la influencia del Ejército y del monarca en la política.

DESPLIEGUE POLICIAL

Hacia el mediodía miles de manifestantes partieron desde el Monumento a la Democracia hacia la sede del Gobierno en medio de las fuertes medidas de seguridad, que incluyeron el despliegue en la capital de unos 14.000 agentes y calles cortadas con autobuses.

Hubo momentos de tensión entre los manifestantes, que hoy conmemoran también las protestas prodemocráticas de 1973, y grupos monárquicos que fueron a saludar al rey a su llegada y salida del Gran Palacio Real para asistir a una ceremonia religiosa.

En un momento dado, los simpatizantes del rey abuchearon y llegaron a tirar botellas de agua a quienes marchaban hacia la sede gubernamental separados por un cordón policial.

"Los jóvenes de la protesta están siendo manipulados", dijo a Efe Tukta, una jubilada de 66 años vestida con una camiseta amarilla, el color del rey.

A escasos metros de la marcha antigubernamental, la tailandesa afirmó que, en su opinión, las intenciones reales de los líderes de las protestas son derrocar la monarquía y recordó que el difunto monarca Bhumibol Adulyadej intercedió a favor de los manifestantes en 1973.

Los manifestantes prodemocráticos continuaron su marcha hacia la sede del Gobierno entre cánticos y consignas contra el Gobierno y consiguieron pasar algunos cordones policiales.

ABAJO EL FEUDALISMO

"Abajo el feudalismo y arriba la democracia" gritaba la muchedumbre mientras alzaba las manos con tres dedos, el gesto de la película "Los juegos del hambre" que se ha convertido en el símbolo de las protestas.

Muchos eran jóvenes pero también había personas de mayor edad como Thanom Kruewanna, una ama de casa de 63 años, quien señaló que su objetivo era echar del poder al primer ministro, Prayut Chan-ocha.

"Porque ha estado en el poder 6 o 7 años, pero nuestro país no ha mejorado. Todo está empeorando, somos más pobres. Las nuevas generaciones no tienen trabajo después de graduarse, todo está empeorando", señaló.

Sentada a pocos metros de una calle bloqueada por policías y autobuses, Thanom reconoció el mérito de los estudiantes por liderar estas protestas, que ella cree motivadas sobre todo por el deterioro de la economía, aunque también por la necesidad de reformar la Constitución.

Unos universitarios indicaron por su parte que tampoco ven que tengan futuro bajo el Gobierno actual, por lo que quieren reformas democráticas.

"Personalmente, yo derrocaría la monarquía, pero la mayoría de los asistentes a esta protesta no estarán de acuerdo", confesó Pun, un estudiante de Sociología de 19 años.

REFORMA DE LA MONARQUÍA

Los estudiantes llevan organizando actos y pequeñas protestas casi a diario desde julio, aunque en alguna ocasión han llegado a reunir a decenas de miles de personas.

La demanda más controvertida es la reforma de la monarquía, un tema tabú hasta hace poco por el gran respeto que ha inspirado la institución y la ley de lesa majestad, que prevé penas de hasta 15 años de cárcel para quien critique a la corona.

Vajiralongkorn, que pasa la mayor parte de su tiempo en Alemania, llegó el fin de semana pasado para participar en ceremonias religiosas y el aniversario de la muerte de su padre, el venerado Bhumibol Adulyadej, fallecido el 13 de octubre de 2016.

Los estudiantes critican que el monarca actual haya aumentado su control sobre la extensa fortuna de la Casa Real y de varias unidades del Ejército y que en el pasado su padre sancionara golpes de Estado militares, lo que exigen que no se vuelva a repetir.

Desde el fin de la monarquía absoluta en 1932, los militares han tomado el poder en Tailandia en 13 golpes de Estado.

El último fue liderado por Prayut Chan-ocha, el exjefe del Ejército que fue nombrado primer ministro el año pasado tras unas elecciones criticadas por haber sido celebradas en condiciones poco transparentes y justas.