Los migrantes del Ocean Viking comienzan a desembarcar en Francia

Los 230 migrantes rescatados en aguas del Mediterráneo por el barco humanitario Ocean Viking han comenzado a desembarcar este viernes en la base naval francesa de Tolón, lo que pone fin a 21 días de tensiones sobre su destino.

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Migrantes del Ocean Viking llegan a Francia. EFE/EPA/GUILLAUME HORCAJUELO

Es el tiempo más largo que una embarcación de SOS Méditerranée ha esperado a ser rescatada, afirma la organización, que resalta que 20 de los 230 migrantes necesitan cuidados intensivos.

El barco ha atracado esta mañana en Tolón (sureste), a donde lo dirigieron las autoridades francesas después de las repetidas negativas del Gobierno francés a que las personas rescatadas después de la negativa italiana a que las personas rescatadas desembarcaran en su territorio.

A última hora de esta mañana, 50 de las personas a bordo se encontraban ya en tierra, según ha informado la directora general de la ONG, Sophie Beau, en una rueda de prensa.

Por el momento, estas personas pasarán una evaluación sanitaria y después serán llevados a un centro de internamiento durante un máximo de veinte días para el estudio de sus casos y que quienes tengan derecho a solicitar asilo lo hagan "por el procedimiento acelerado", ha informado en una rueda de prensa previa Evence Richar, prefecto (delegado del Gobierno) del departamento de Var.

En cambio, en el caso de las personas que no tengan derecho a solicitar asilo o puedan suponer un riesgo para la seguridad, se iniciará el procedimiento "para que vuelvan a sus países de origen", señaló el director general de Extranjería, Éric Jalon.

"ALIVIO Y RABIA"

La llegada al puerto militar de Tolón supone para SOS Méditerranée "una mezcla de alivio y rabia", según ha señalado en un comunicado.

“Las 230 mujeres, niños y hombres a bordo del Ocean Viking han pasado por una terrible experiencia y están agotados, al igual que nuestro equipo", recuerda la ONG, que califica la situación como "fracaso dramático de todos los Estados europeos, que han violado la ley marítima de una manera sin precedentes".

El buque llevaba a 234 personas, 57 de ellas niños, rescatadas de aguas del Mediterráneo entre el 22 y 26 de octubre, pero ayer un helicóptero francés evacuó a cuatro de ellas por problemas médicos serios cuando la nave estaba todavía en alta mar.

Se trata del primer barco de ayuda humanitaria en el Mediterráneo que desembarca en territorio francés, si bien según el derecho internacional debería haber atracado en el puerto más cercano, situado en este caso en las costas italianas.

El ministro francés hoy del Interior, Gérald Darmanin, ha anunciado que ya 11 países europeos, entre ellos Alemania, Portugal, Irlanda, Luxemburgo, Croacia, Bulgaria, Rumanía, Malta y Lituania; se han comprometido a acoger a 175 de los 234 pasajeros del Ocean Viking.

TENSIÓN FRANCIA-ITALIA

Darmanin destacó anoche la "solidaridad europea" mostrada por esos países, en contraste con las críticas que el Gobierno francés dirigió anteriormente contra Italia por no hacerse cargo de las personas rescatadas en el mar por el buque.

La crisis del Ocean Viking ha generado una "ruptura de confianza" entre Italia y Francia, ha declarado esta mañana Laurence Boone, secretaria del Estado encargada de Europa, que recalca que la postura italiana "ha sido una decisión unilateral que pone vidas en peligro".

Darmanin anunció ayer medidas contra Italia, entre ellas reforzar los controles fronterizos con ese país y suspender "con efecto inmediato" el acuerdo de relocalizaciones que se había establecido a nivel europeo para el reparto de los migrantes rescatados por barcos humanitarios.

Además, Francia va a organizar "en los próximos días" una reunión con la Comisión Europea y con Alemania para "sacar las consecuencias de la actitud italiana" porque, según insistió el portavoz del Gobierno francés, Olivier Véran, "Francia quiere que la respuesta sea europea".

La jefa del Gobierno italiano, Giorgia Meloni, ha calificado hoy la reacción francesa de "agresiva, incomprensible e injustificada" y apuesta por una "solución común" para la cuestión migratoria.

La acogida del Ocean Viking tampoco ha gustado a Marine Le Pen, líder del partido de extrema derecha Agrupación Nacional, que considera una “muy mala decisión” pues “lanza una señal dramática de laxitud” en cuanto a la inmigración.

"(Macron) Hace creer que se opone a la inmigración masiva ilegal cuando en realidad es su defensor, es su promotor", declaró Le Pen esta mañana en la televisión francesa BFMTV.

Sophie Beau afirmó ante la prensa que la organización planea volver al mar en unas pocas semanas: "Nada nos hará renunciar al imperativo del rescate marítimo", ha declarado.

La directora hizo además un llamamiento a la ayuda financiera, afirmando que "en nuestra actual situación financiera, no podemos asegurar la sostenibilidad de nuestras misiones más allá de unos pocos meses".