La Carta Magna de 1978, surgida tras el final de la dictadura franquista gracias al consenso de los distintos partidos, se convirtió hoy en argumento de los distintos líderes políticos para defender su posiciones ante los posibles pactos para formar un nuevo Gobierno.
El presidente del Ejecutivo en funciones y candidato socialista a la reelección, Pedro Sánchez, subrayó que el marco constitucional actual cuenta con las herramientas para solucionar los "conflictos sociales y políticos" del país y para afrontar también la "crisis territorial y política" que hay en este momento, en referencia al desafío independentista que se da en Cataluña.
El líder socialista, cuyo partido en estos momentos está negociando el apoyo parlamentario de ERC (independentistas republicanos catalanes) para su investidura, señaló ante los medios de comunicación que hoy es un buen momento para reivindicar y defender el "pacto entre diferentes" que se necesita para garantizar la gobernabilidad.
Sin embargo, el diálogo entre PSOE y ERC ha provocado la fuerte oposición de los partidos de centroderecha, ya que consideran que los socialistas no deben pactar con un partido que quiere romper la unidad de España.
En este sentido, el líder de conservador Partido Popular (PP), Pablo Casado, afirmó hoy que Sánchez ha elegido pactar con los "enemigos de la Constitución" y aseguró que su partido es "absolutamente incompatible" con cualquier alternativa que Sánchez pueda plantear con esos socios.
Sin embargo, mientras que tanto el PP como Ciudadanos (liberales) y Vox (ultraderecha) hicieron referencia a la unidad de España en sus intervenciones ante la prensa, socialistas y Unidas Podemos pusieron de relieve los derechos sociales que garantiza la Constitución española.
Así, el líder de la coalición de izquierda Unidas Podemos, Pablo Iglesias, quien ha firmado con Sánchez un acuerdo de Gobierno, dijo que quiere que el próximo ejecutivo -del que previsiblemente será vicepresidente- blinde los artículos sociales de la Constitución, como "el mejor antídoto contra la extrema derecha", que en los comicios del mes pasado duplicó su representación parlamentaria, con 52 escaños.
En medio de la disputa política, la presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, en su discurso institucional defendió la Constitución como "un pacto de convivencia" y defendió su "capacidad integradora".
La conmemoración del 41 aniversario de la Constitución se celebró en el Congreso de los Diputados y al acto asistieron representantes de las instituciones del Estado y de los partidos políticos.
Sin embargo, no estuvieron representantes de formaciones nacionalistas, independentistas y republicanas, que son los interlocutores del PSOE en el proceso de negociación que tiene abierto en busca de apoyos para la investidura de Sánchez como presidente del Gobierno.
Mientras, el Barcelona, se desarrolló una manifestación, convocada por la plataforma "Cataluña Suma", contraria al proceso independentista catalán, a la que se sumaron el PP de Cataluña y Vox.