Los socialdemócratas rumanos apuestan por reestructurar el gobierno tras su debacle

El gobernante partido socialdemócrata de Rumanía (PSD) se dispone a reestructurar su ejecutivo tras la derrota en las elecciones europeas el domingo y el encarcelamiento de su hasta ahora líder, Liviu Dragnea, quien ingresó el lunes en prisión para cumplir una condena de 3,5 años por corrupción.

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"Hemos tomado decisiones importantes para el partido", dijo la primera ministra y presidenta en funciones del PSD, Viorica Dancila, que hizo declaraciones cerca de la pasada medianoche a la salida de la reunión del comité ejecutivo de su partido.

Si se concretan los cambios propuestos, que aún deben ser aprobados por el presidente del país, el conservador Klaus Iohannis, el diplomático y exministro Titus Corlatean sustituirá como viceprimer ministra a Ana Birchall, que se hará cargo del Ministerio de Justicia que ahora ocupa Tudorel Toader.

Además de remodelar el gobierno, Dancila anunció que ha destituido a algunas de las figuras más cercanas a Drangea en los puestos de mando del PSD.

De esta forma, el gobierno rumano -que preside este semestre la Unión Europea- busca reforzarse y mejorar su imagen, después de que la oposición conservadora y liberal anunciara ayer una moción de censura para tumbar al ejecutivo.

Justicia es la cartera más sensible en la actual situación política del país balcánico, cuyo gobierno ha sido amenazado con sanciones por la Comisión Europea por impulsar cambios legales que suavizaban leyes anticorrupción como las aplicadas a Dragnea, considerado hasta ahora el "hombre fuerte" del PSD y del país.

Las enmiendas al sistema de Justicia del gobierno recibió el contundente rechazo del electorado en las elecciones europeas, ganadas por el bloque opositor.

El Gobierno sufrió otro varapalo en el referéndum sobre sus reformas judiciales, convocado por Iohannis y celebrado el mismo día que las europeas.

Un 80 % los votantes rechazaron estas reformas, criticadas con dureza por las instituciones europeas y que pretendían precisamente proteger y beneficiar a políticos como Dragnea.

Desde su ingreso en prisión el lunes, el PSD ha intentado distanciarse de su exlíder y de la reforma de la Justicia que éste había impulsado.