Lukashenko afirma que la "bacanal se acaba", en alusión a las protestas

El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, afirmó hoy que la "bacanal se acaba", en alusión a la protestas que sacuden el país desde el pasado día 9, y que ahora hay que "ocuparse de la economía".

"Para que no discutamos: esta bacanal se acaba, hay que ocuparse de la economía", dijo el jefe del Estado, citado por la agencia oficial BELTA, durante una visita a un empresa de la ciudad Orsha, a unos 200 kilómetros al noroeste de Minsk, cerca de la frontera con Rusia.

Al mismo tiempo, Lukashenko subrayó que en Bielorrusia no se "perseguirá a la gente" por sus opiniones.

"Aquí hay periodistas. La mitad de ellos puede tener su propia opinión, pero no andan por la calles incordiando al país en momentos en que chirrean orugas (de carros de combate) junto a las fronteras", dijo.

Subrayó que todas las empresas del país, publicas y privadas, deben trabajar "en las mismas condiciones".

Advirtió, eso sí, de que el Gobierno tomará en cuenta la "lealtad al Estado, no a Lukashenko".

"Esto es para impedir lo que ha ocurrido ahora. En su mayoría los empresario privados (de la región) empezaron a dudar, y muchos no solo a dudar, sino a comportarse de manera artera", explicó.

El presidente bielorruso aseguró que Minsk no teme a las sanciones occidentales, que ya ha experimentado.

"Sobrevivimos. Sobreviviremos también ahora. En el mundo no falta la buena gente. Por eso no hace falta intimidarnos", subrayó.

Lukashenko, en el poder desde 1994, recibió este jueves un fuerte espaldarazo del presidente de Rusia, Vladímir Putin, quien prometió enviarle un contingente de fuerzas policiales en caso de que se descontrole la situación.

Desde las presidenciales del 9 agosto, que según los datos oficiales ganó Lukashenko con el 80.1 % de los votos, resultados denunciados como fraudulentos por la oposición, Bielorrusia es escenario de la mayor ola de protestas de su historia postoviética.