Lukashenko propone una Constitución renovada tras tres semanas de protestas

El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, anunció hoy que representantes del Tribunal Constitucional trabajan en una versión "renovada" de la Constitución que podría descentralizar el poder en el país, sumido en protestas desde las controvertidas elecciones presidenciales del 9 de agosto.

"Ahora tenemos a especialistas, entre los cuales hay jueces del Tribunal Constitucional trabajando en los cambios a la Ley Fundamental del país. Después, el proyecto de la Constitución renovada será puesto a debate público", añadió Lukashenko, citado por la agencia Belta.

El mandatario admitió, tras reunirse con el presidente del Tribunal Supremo, Valentín Sukalo, que el sistema existente en Bielorrusia es "algo autoritario" y, aunque defendió el modelo presidencialista, se mostró dispuesto a ceder autoridad a otros poderes del Estado.

"Hay que lograr que el sistema no esté ligado a ninguna personalidad, incluido a Lukashenko", agregó.

No es la primera vez que el presidente habla de ceder parte de su poder, algo que ha sido recibido con incredulidad por la oposición.

María Kolésnikova, miembro de la directiva del consejo de coordinación opositor de traspaso pacífico del poder, estimó el pasado sábado que estas declaraciones no son más que un intento de manipulación de la sociedad.

"Ahora resulta inimaginable que el presidente realmente esté interesado que los mandatos se limiten a dos plazos y se incremente la autoridad del Parlamento, porque en este caso habría la posibilidad de un proceso de impugnación", algo que teme el presidente, afirmó.

La oposición defiende el retorno del país a la Constitución de 1994, año en que Lukashenko, un antiguo jefe de una cooperativa agrícola, llegó al poder.

Algo a lo que se opone categóricamente Lukashenko, que consideró hoy que se trataría de "una vuelta atrás".

"Serán cambios, pero no significan un avance", alertó Kolésnilova.

La propuesta de cambios constitucionales de Lukashenko ha sido aplaudida por el presidente ruso, Vladímir Putin, pero la oposición bielorrusa insiste en la convocatoria de nuevas elecciones presidenciales, a las que podría presentarse el propio Lukashenko.