Macron anuncia una reforma a fondo de la seguridad con trasfondo electoral

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, encara la recta final de su mandato con una reforma a fondo de la seguridad que incluye medidas como duplicar la presencia de agentes en las calles en diez años y subraya su compromiso con un asunto que pesará mucho en las elecciones del año próximo.

En un discurso este martes en la academia de policía de Roubaix (norte), Macron desgranó iniciativas para una transformación "radical" de la seguridad, dirigidas a contrarrestar las distintas críticas que le llegan tanto desde la derecha como de la izquierda, en un esfuerzo por situarse en el centro institucional del debate.

La medida más destacada consiste en, gracias al aumento de agentes y a una transformación "drástica" de los procedimientos burocráticos y legales, duplicar el número de policías en las calles en un plazo de diez años.

Macron prometió que todos los agentes que patrullan la vía pública tendrán una cámara personal en su uniforme para finales del año próximo y que lo mismo ocurrirá con los coches patrulla para 2023. Las imágenes apoyarán los procedimientos judiciales.

"INVERSIONES HISTÓRICAS"

Todo esto se sumará a "inversiones históricas" en equipos, vehículos y edificios, con un aumento de 1,500 millones de euros del presupuesto del Ministerio del Interior en 2022, de los que 500 millones irán destinados a la aplicación de este nuevo proyecto de reformas.

Además, pidió que para 2023 ya estén operativas las denuncias por internet, y que haya más atención a las víctimas, especialmente a las de violencia machista, cuyo aumento reconoció.

El presidente anunció también multas automáticas directas para castigar las ocupaciones ilegales de edificios o terrenos.

Estas promesas son el fruto de un análisis colectivo realizado en los últimos meses, en el que han participado ministros, jueces y los propios agentes.

Al anunciar estas medidas, Macron recordó que varias categorías de delitos ya han bajado notablemente desde 2017: un 25 % en los robos en viviendas y un 20 % en los de automóviles, unido al fuerte aumento de las confiscaciones de alijos de droga y de las detenciones de traficantes. Son resultados "incontestables", afirmó.

Con ello, respondió a las crecientes críticas de la derecha y la ultraderecha al Gobierno por los frecuentes ataques con fuegos artificiales y otros proyectiles contra agentes y comisarías en zonas difíciles, o por el incremento de muertes en ajustes de cuentas del narcotráfico.

"No olvido vuestra vida cotidiana de falta de medios, agresiones repetidas y desconfianza a veces insoportable", reconoció ante los agentes.

LA SEGURIDAD, CLAVE EN LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES

Los ataques políticos contra el Ejecutivo por la seguridad avanzan que esta cuestión será uno de los ejes de la campaña para las elecciones presidenciales de abril próximo, en la que se da por hecho que Macron buscará la reelección.

Por ejemplo, el aspirante mejor colocado por las encuestas a la candidatura presidencial por el partido conservador LR, Xavier Bertrand, propuso este lunes una pena automática de un año de prisión en firme para los agresores de policías.

Mientras tanto, parte de los partidos de izquierda prefiere señalar lo que considera frecuente: el uso excesivo de la fuerza por parte de algunos policías, especialmente contra jóvenes y minorías.

Macron anunció hoy al respecto la creación de un mecanismo de "control parlamentario" que evalúe la acción de los agentes, porque "no hay nada que temer de una mayor transparencia". "Cuando hay faltas, hay que sancionarlas", aseveró.

La organización Amnistía Internacional publicó precisamente este martes un informe en el que critica con dureza la actuación de las fuerzas antidisturbios al intentar disolver una "rave" multitudinaria ilegal al aire libre que tuvo lugar en junio pasado en una zona rural de Bretaña.

En concreto, AI apunta a lo que considera empleo innecesario de proyectiles lacrimógenos y granadas aturdidoras, una de las cuales arrancó la mano de un joven. Las autoridades, en cambio, denunciaron en su momento una violencia "salvaje" por el lanzamiento de cócteles molotov y fuegos artificiales contra los agentes.