Macron logra el apoyo alemán y de Bruselas para reforzar el área Schengen

El presidente francés, Emmanuel Macron, urgió de nuevo este martes a reforzar el área Schengen en una reunión virtual con varios dirigentes europeos, que se mostraron de acuerdo en la necesidad de acelerar las fronteras exteriores de la Unión Europea (UE) para endurecer la lucha contra el terrorismo.

"Todo fallo de seguridad en las fronteras externas o en uno de los Estados miembros es un riesgo de seguridad para los demás", dijo Macron en rueda de prensa desde el Elíseo, acompañado del jefe del Gobierno austríaco, Sebastien Kurz.

Por videoconferencia le respaldaron el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro holandés, Mark Rutte.

La rueda de prensa siguió a una discusión telemática, que tuvo lugar una semana después del atentado en Viena en el que murieron cuatro personas y tras varios ataques contra Francia en septiembre y octubre, que provocaron cuatro muertos.

Pero los principales países de la UE en la llegada de inmigración clandestina, como España, Italia o Grecia, no estuvieron presentes en esta antesala de la cumbre de jefes de Estado y Gobierno de la UE de diciembre próximo.

El presidente francés puso el acento en la necesidad de desarrollar las bases de datos comunes, el intercambios de información y reforzar el dispositivo penal, una serie de medidas discutidas en la Unión Europea desde la ola de atentados de 2015, pero cuya implantación no se ha completado aún.

Von der Leyen avanzó que realizará una evaluación de los puntos fuertes y débiles de Schengen para presentar una nueva estrategia de refuerzo de cara a mayo de 2021.

El conservador Kurz, quien precisamente ganó popularidad en su país poniendo en el centro de la agenda política la crítica contra la inmigración y el refuerzo de la seguridad, recalcó que las ausencia de fronteras interiores en Europa solo puede funcionar si las externas son seguras.

El canciller austríaco consideró que los últimos ataques "muestran que las medidas" que ha reclamado deben ser "realmente implantadas" e insistió en que el terrorismo es una amenaza "permanente", ya que muchos terroristas detenidos y "falsos arrepentidos" podrían ser una bomba de relojería cuando salgan de prisión.

PROPAGANDA TERRORISTA EN REDES

Los líderes de esta minicumbre coincidieron en que uno de los ejes de esta lucha debe ser la batalla contra la propaganda terrorista en internet, que se concretará también en diciembre con una nueva legislación contra los discursos de odio para que las plataformas digitales retiren en el plazo máximo de una hora comentarios señalados por llamar al odio.

"Queremos responsabilizar más a las grandes plataformas de internet cuando se trata de luchar contra contenidos nocivos", dijo Von der Leyen.

La unidad se reflejó también en la defensa del plan, adelantado ya por Michel, de coordinar una formación de imanes a nivel europeo para evitar influencias extranjeras.

Pero esta reunión fue sobre todo una muestra de solidaridad y un intento de transmitir una imagen en bloque tras un mes de ataques y amenazas terroristas, que tuvo lugar una semana después de los atentados de Viena y a tres días del quinto aniversario de los ataques contra la sala de conciertos Bataclan y varias terrazas del centro de París, en los que murieron 130 personas.

MACRON ENDURECE SU DISCURSO

Macron quiere movilizar a los Estados miembros de la UE contra el terrorismo islamista, que lo ha puesto a él mismo en el blanco de los ataques, de cara a la cumbre comunitaria del 10 y 11 de diciembre.

La postura del dirigente francés contra la inmigración ilegal y el terrorismo se ha endurecido claramente en las últimas semanas, hasta el punto de que asegura querer hacer frente a los "claros vínculos" entre la inmigración clandestina y el terrorismo "evidenciados" en dos de los últimos tres ataques en Francia.

A finales de septiembre, el ataque con un cuchillo a dos trabajadores de los antiguos locales del semanario Charlie Hebdo fue perpetrado por un inmigrante paquistaní llegado unos años antes.

En Niza, el asesinato de tres personas en una iglesia a finales de octubre fue cometido por un tunecino llegado irregularmente a Italia en septiembre.

Macron también incluyó en la ecuación un "uso erróneo" del derecho de asilo -que cuestiona tras la decapitación del profesor Samuel Paty a menos de un refugiado ruso-checheno- y consideró que debe limitarse a personas procedentes de países en guerra y ahora es también "utilizado por redes de traficantes".

Michel por su parte defendió la necesidad de desplegar la diplomacia internacional "para no caer en la trampa" de los que aprovechan esta crisis para crear divisiones, y garantizar que Europa defiende la libertad de conciencia religiosa.

Tanto él como Merkel y Rutte insistieron en que no se trata de un "conflicto entre cristianos y musulmanes o europeos e inmigrantes", sino una defensa del modo de vida europeo.

"Es una lucha contra la barbarie", remachó el holandés Rutte.