Macron preside el tradicional desfile militar en París marcado por Ucrania

Emmanuel Macron presidió este jueves el tradicional desfile militar de la Fiesta Nacional francesa, marcado esta vez por la guerra de Ucrania, que tuvo su reflejo en la presencia de la bandera de la OTAN y de militares de nueve países miembros del centro y del este de Europa.

De los 4.925 militares que desfilaron por los Campos Elíseos, 106 fueron de los nueve países europeos antiguos miembros del Pacto de Varsovia a los que Francia ha querido mostrar su apoyo en este contexto particular de la amenaza rusa tras la invasión de Ucrania.

En paralelo a esos militares de Bulgaria, Estonia, Lituania, Hungría, Letonia, Polonia, República Checa, Rumanía y Eslovaquia, la parada militar sirvió también para recordar la implicación directa de Francia en su seguridad.

Eso se tradujo en los 125 representantes de las tropas francesas que cumplen misiones en el flanco este de Europa, y que se han reforzado desde que a finales de febrero Rusia invadió Ucrania.

El Ministerio de Defensa quiso dejar claro en un dossier de prensa que aunque "el Ejército francés no está directamente implicado, está plenamente concernido por esta guerra que amenaza de forma directa a países miembros de la OTAN".

DESPLIEGUE FRANCÉS EN EL FLANCO ESTE DE EUROPA

Por eso Macron envió a finales de febrero, menos de una semana después del inicio de la invasión, un contingente de 600 soldados franceses, al que acompañan otros 250 belgas, que se desplegó cerca del puerto rumano de Constanta, en el mar Negro, a 300 kilómetros a vuelo de pájaro de Odesa.

Eso se añade al dispositivo de vigilancia aérea en las fronteras de Polonia y de las repúblicas bálticas, bajo el control operativo de la OTAN, en el que participan cazas franceses Mirage y Rafale con base en Francia y en Estonia.

Sobre los retos que plantea el conflicto en Ucrania, Macron aprovechó su tradicional encuentro con los tres ejércitos el miércoles, en vísperas de la Fiesta Nacional, para indicar que habrá que reforzar el equipamiento militar y ayudar a que lo hagan también los otros países europeos.

"Tenemos que estructurar una economía francesa y europea en la que los modelos, los ritmos, los estándares se tienen que definir con una partitura diferente", subrayó en su discurso a los militares, en el que añadió que habrá que "invertir a veces más rápido y más fuerte, y que los industriales tendrán que responder a esas necesidades".

Eso significará un aumento de los presupuestos militares que se reflejará en una revisión de la ley de programación militar para el horizonte de 2030, que pidió a su Gobierno para finales de año, con el objetivo de que pueda tramitarse en el Parlamento a comienzos de 2023.

"En este contexto de adaptación de nuestras capacidades a las necesidades de la defensa y de seguridad -puntualizó-, nuestra disuasión que es nuclear y estrictamente defensiva seguirá siendo también el seguro en última instancia de nuestra soberanía y de nuestra autonomía estratégica".

REPLANTEAMIENTO DEL DESPLIEGUE ANTIYIHADISTA EN EL SAHEL

Macron ha encargado igualmente a su Gobierno un cambio de los dispositivos en África contra el terrorismo yihadista. Una vez que finalice en agosto la salida de las tropas francesas de Mali, por las fuertes discordancias con la junta militar de ese país, ese replanteamiento constituye -según sus palabras- "una necesidad estratégica" y "un cambio de paradigma profundo".

Lo que ya se sabe es que el número de soldados en el Sahel de la misión Barkhane, que llegó a contar con 5.000 efectivos, va a reducirse sustancialmente.