Mauricio Macri, el presidente que acumula frases polémicas

El presidente de Argentina, Mauricio Macri, acumuló este año una serie de frases desafortunadas que desataron críticas, polémicas y burlas, desde comparar a un secuestro con un gobierno, inventar palabras o pedirles a los argentinos que se enamoren de la directora del FMI.

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El presidente de Argentina, Mauricio Macri.

"En Sudamérica todos somos descendientes de europeos", dijo en enero durante el Foro de Davos, desconociendo no sólo a los pueblos originarios argentinos, sino a todos los que hay en la región y cuya existencia antecede a la Conquista española y portuguesa.

“Siempre he sido muy optimista y me puse metas muy ambiciosas”, evaluó como única crítica ante la crisis económica que actualmente padece el país y que incluye recesión, devaluación, inflación y endeudamiento récord, más aumento de la pobreza y el desempleo.

Una de las frases que más repitió Macri a lo largo del año fue “lo peor ya pasó”, aunque en realidad cada vez que anunciaba el “fin de la tormenta”, se repetía la crisis cambiaria, aumentaba el dólar y se recrudecía la conflictividad social.

“Veníamos bien, pero pasaron cosas”, fue otra de sus explicaciones en torno a la crisis económica y que se volvió una de sus frases que pasarán a la posteridad, ya que es repetida por los argentinos para cualquier tema, desde una ruptura amorosa hasta la cancelación de unas vacaciones.

A mediados de este año, cuando comenzaron a sentirse los estragos del empobrecimiento y la incertidumbre social, y a pesar de que siempre perteneció a una de las familias más acaudaladas del país, Macri afirmó: “sé lo que significa estar en la pobreza”.

También advirtió que con la crisis había pasado “los peores cinco meses de mi vida después del secuestro” que sufrió en 1991, lo que evidenció la carga que sentía al ser presidente.

Macri les contó a los argentinos que, a pesar de todo, mantenía la calma porque “si me vuelvo loco, puedo hacerles mucho daño”.

Además, deseó “que todo el país se enamore de Christine Lagarde”, la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI) que aceptó prestarle 57 mil millones de dólares de emergencia para sortear la crisis.

“Argentina tiene, por donde la mires, atractividades”, aseguró meses más tarde, emocionado ante la visita del canal internacional National Geographic, inventando una palabra que bien podría unir “atracciones” y “actividades”.

También se dio tiempo para defender a Abel Albino, un doctor que, en medio del debate por la legalización del aborto, desató un escándalo al asegurar en la Cámara de Diputados que el preservativo no servía para impedir el contagio del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH).

“El trabajo que él hace, lo hace muy bien”, señaló Macri en defensa de Albino, uno de los personajes públicos más conservadores del país y que prioriza sus creencias religiosas antes que la información científica, con los riesgos a la salud que ello acarrea.

Por otra parte, mientras el gobierno era cuestionado por los familiares de 44 marinos desaparecidos en el Océano Atlántico, el presidente atinó a explicar que la búsqueda se complicaba porque “el mar es inmenso, el submarino es pequeño”.

Cuando Boca Juniors y River Plate avanzaron por primera vez en la historia a la final de la Copa Libertadores, Macri sorprendió al proponer, a través de Twitter, que hubiera público visitante a pesar de que había evidentes riesgos de violencia.

“Lo que vamos a vivir los argentinos en unas semanas es una final histórica. También una oportunidad de demostrar madurez y que estamos cambiando, que se puede jugar en paz. Le pedí a la Ministra de Seguridad que trabaje con la Ciudad para que el público visitante pueda ir”, señaló el presidente.

Su idea fue luego descartada por los propios dirigentes de los equipos y, al final hubo tanta violencia que el partido decisivo ni siquiera pudo jugarse en Buenos Aires y se trasladó a Madrid.

Macri también fue objeto de burlas en las redes sociales cuando aseguró que su hija de apenas siete años le preguntaba por las frecuentes huelgas en la estatal Aerolíneas Argentinas.

"Yo no quiero más que mi hija me pregunte ‘Papá, ¿por qué te tienen que bancar (apoyar) todos los demás porque no se hacen las cosas como hay que hacer en Aerolíneas para que no requiera del aporte del resto de los argentinos?'”, afirmó.

Esta semana, el presidente volvió a ser cuestionado al escribirle al Papa Francisco vía Twitter: “En un nuevo aniversario de su cumpleaños deseo hacerle llegar mis mejores deseos de felicidad”, un mensaje redundante y sin mayor cuidado por la redacción.

Fuente: Notimex