Miles de manifestantes piden en Seúl la dimisión del presidente surcoreano

Varios miles de manifestantes se concentraron este miércoles en el centro de Seúl para pedir la dimisión del presidente surcoreano, Moon Jae-in, a raíz del polémico nombramiento de un miembro de su Gobierno investigado por corrupción.

La protesta fue convocada hoy, día festivo en Corea del Sur, por varias plataformas ciudadanas unidas bajo el lema Alianza Pan-Nacional por la Dimisión de Moon Jae-in, y contó con el apoyo de la principal fuerza de la oposición (el conservador Partido de la Libertad de Corea).

El motivo es el polémico nombramiento a comienzos de septiembre como ministro de Justicia de Cho Kuk, pese a las acusaciones que pesaban en su contra sobre supuestas ilegalidades cometidas por él y su familia.

La fiscalía ha imputado a la mujer de Cho por falsificar documentos para que la hija de ambos lograra acceder a una facultad de medicina, e investiga al propio ministro y a otros miembros de su familia por sus participaciones en un fondo de inversión que pudo lucrarse gracias a la influencia del político, de 54 años.

Este caso, unido a otros factores como las empeoradas relaciones con Corea del Norte y la propagación de la peste porcina africana en el país asiático, ha causado una caída en la popularidad del presidente surcoreano hasta un 44,4 %, su mínimo hasta la fecha, según una encuesta publicada a comienzos de semana por la empresa Realmeter.

La manifestación de hoy recorrió parte del centro de la capital surcoreana y contó con la participación de varios miles de personas, según datos de los organizadores y de la policía recogidos por la agencia local Yonhap.

La marcha sucede a otra concentración multitudinaria convocada la semana pasada para pedir al presidente liberal que asuma responsabilidades por este nuevo caso de corrupción que salpica a un Ejecutivo surcoreano.

La predecesora de Moon, la conservadora Park Geun-hye, fue destituida en 2017 por el escándalo de la trama de la "Rasputina" y después de sucesivas manifestaciones masivas en las que los surcoreanos reclamaron su cese, y que llegaron a congregar a más de dos millones de personas.

Park fue condenada a 25 años de prisión por su papel en dicha trama de corrupción, aunque el pasado agosto el Tribunal Supremo de Corea del Sur decidió anular esta sentencia por defectos de forma en su proceso y ordenó juzgarla de nuevo.