Moon y Wang mantuvieron este jueves un encuentro en la oficina presidencial de Seúl durante la segunda y última jornada de visita del canciller chino, en el cual abordaron la situación del diálogo con el Norte y el estado de las relaciones bilaterales.
El presidente surcoreano afirmó que el diálogo y la cooperación bilateral "debe servir como poder estabilizador para la seguridad en el noreste de Asia" y para "superar juntos la situación de incertidumbre en la economía global", en declaraciones al inicio de la reunión recogidas por la agencia local Yonhap.
Moon también solicitó a Pekín que mantenga su apoyo "hasta lograr una nueva era en la península coreana" marcada por la paz y libre de armas nucleares.
"El proceso para la completa desnuclearización de la península y para establecer la paz permanente atraviesa ahora un momento crítico", dijo Moon en alusión al aparente estancamiento del diálogo entre Pionyang y Washington para el desarme del régimen.
Wang, por su parte, se comprometió a "mantener la cooperación" de ambos países "como vecinos y socios", y destacó que el objetivo de su vista era "mejorar la comunicación estratégica".
La petición del presidente surcoreano tiene lugar en el actual contexto de incertidumbre sobre las negociaciones entre EEUU y el Norte, sin avances desde hace meses y a poco de que termine la fecha límite fijada por Pionyang a finales de año para que Washington varíe sus propuestas.
Moon y Wang también también trataron los preparativos para la celebración a finales de mes en China una cumbre trilateral entre el primer ministro de ese país, Li Keqiang, el presidente surcoreano y el mandatario japonés Shinzo Abe.
"Espero que la cumbre trilateral sirva para profundizar nuestras conversaciones y nuestra cooperación", dijo a este respecto el presidente surcoreano.
El mandatario surcoreano y el canciller chino escenificaron así una mejora de las relaciones bilaterales, enfriadas desde 2016 con motivo de la instalación en suelo surcoreano del escudo antimisiles THAAD, una medida a la que se oponía Pekín por considerarla una amenaza a su seguridad nacional.
El ministro chino de Asuntos Exteriores también se reunió en la víspera con su homóloga surcoreana, Kang Kyung-wha, durante el que ha sido su primer viaje oficial al país vecino desde 2014.