En un discurso pronunciado en la cumbre del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) en Bakú (Azerbaiyán), Choe recordó que ha pasado más de un año desde la primera cumbre que ambos países celebraron en Singapur en junio de 2018.
"Pero las relaciones entre EE.UU.-República Popular Democrática de Corea (nombre oficial del país) no experimentan mejora y la situación en la península coreana aún está condicionada por el círculo vicioso de la escalada de tensión", dijo Choe en su alocución, que reprodujo hoy la agencia estatal de noticias KCNA.
"Esto responde a la insistencia de EE.UU. en su política hostil hacia la RPDC y sus continuas provocaciones políticas y militares", añadió.
Choe aseguró que la península está en una "encrucijada crucial" en la que "lo mismo se avanzará hacia la paz duradera al compás de la distensión o de nuevo hacia una delicada crisis".
Tras la cita de Singapur, en la que se acordó "trabajar para la desnuclearización", ambos países han mostrado gestos simbólicos; desde la destrucción de un centro de pruebas nucleares o la moratoria en pruebas atómicas y misiles intercontinentales por parte norcoreana a la cancelación de ejercicios militares por el lado estadounidense.
Sin embargo, los avances de peso siguen sin llegar y el diálogo está estancado desde la fallida cumbre de Hanói de febrero, en la que Washington consideró insuficiente la oferta de Pionyang referente al desmantelamiento de sus activos nucleares y se negó a levantar las sanciones.
Una reunión de trabajo celebrada en Estocolmo a principio de mes trató de romper el bloqueo sin éxito, con Pionyang acusando a Washington de no ofertar nada nuevo y de mantener activa la mencionada "política hostil" sobre el régimen.
A su vez, Choe hizo referencia a las relaciones intercoreanas, congeladas ante la falta de progreso en las negociaciones con EE.UU.
"Las relaciones intercoreanas solo podrán mejorar cuando las autoridades sureñas abandonen su política de dependencia de los extranjeros, que socavan las ganancias comunes de los coreanos" dijo.
Pionyang ha mostrado su enojo desde principios de año por lo que considera una mala asesoría de Seúl en las negociaciones sobre desnuclearización y por lo que ve como una actitud servil hacia Washington tras no reactivar lo proyectos de cooperación intercoreana, una importante fuente de divisas para el régimen.