El almirante Thad Allen, quien comanda la respuesta del gobierno federal al incidente, declaró en sucesivas apariciones ante la prensa que las actuales operaciones de contención podrían derivar en una eliminación gradual del derrame, que cumple ya 84 días.
“Hemos hecho progresos significativos. Esto podría conducir al apagado del pozo”, señaló Allen a la cadena ABC, en alusión a la operación manejada por robots a una profundidad de 1,600 metros por debajo del nivel del mar.
El almirante explicó que el tapón permitiría frenar el derrame de petróleo al Golfo de México, estimado entre 35,000 y 60,000 barriles por día, aunque la solución final provendría de los dos pozos alternos que están siendo habilitados.
El jefe de Operaciones de BP, Doug Suttles, señaló por separado que la instalación del tapón podría concluir en el curso del día, seguido de una serie de “pruebas de integridad” para determinar si puede contener el derrame. “Nuestra confianza crece”, dijo.
La petrolera británica informó que la instalación del tapón procede bajo los planes originales y que durante las últimas 24 horas se han quemado unos cuatro 1,195 barriles de petróleo y 9.7 millones de metros cúbicos de gas natural.
En Wall Street, las acciones de la empresa continuaban a la alza por ocho jornadas consecutivas, aún cuando la empresa ha perdió más de 75,000 millones de dólares de capitalización desde el derrame, el pasado 25 de abril, aunque se han recuperado en una tercera parte.