Se trata de la undécima diócesis que se declara en bancarrota después de los procesos judiciales que se realizaron tras décadas de abusos por parte de sacerdotes, monjas y otros miembros de la iglesia.
La diócesis de Helena tuvo que pagar indemnizaciones por más de 15 millones de dólares, debido a que desde la década de 1940 hasta la de 1980 fueron abusados sexualmente 362 niños.
Otros 2.5 millones de dólares fueron apartados para otros posibles víctimas que hasta ahora no presentaron una acusación.
El obispo de Helena George Leo Thomas se disculpó por escrito con las víctimas. Dijo que analizará los documentos de más de 30 años para aclarar si "la omisión" de los líderes eclesiásticos fue intencional.
"En esas décadas había una profunda ignorancia acerca de la naturaleza de los abusos a niños", indicó.