“Vamos a honrar nuestro compromiso durante el periodo de duración de nuestra membresía”, aseguró May en la ciudad italiana de Florencia.
De esta manera la política conservadora puso fin a meses de especulación sobre si Reino Unido cumpliría o no con sus compromisos financieros con la UE.
Sin embargo, la primera ministra no definió la cifra que pagará a Bruselas mientras concluye el periodo de la salida británica de bloque (conocida como Brexit).
Al delinear su visión sobre la salida de la UE, la primera ministra abogó por un periodo transitorio de dos años que se implementará a partir de la salida oficial del organismo europeo el 29 de marzo de 2019.
“Tanto la Unión Europea como Gran Bretaña se beneficiarán de un periodo transitorio que garantice una salida suave y ordenada” una vez que Reino Unido abandone el bloque de naciones.
Durante ese periodo transitorio Reino Unido continuará teniendo acceso al mercado europeo para dar certidumbre a negocios y compañías.
Reino Unido seguirá implementando el marco legal europeo y las leyes migratorias seguirán siendo las mismas con el libre tránsito de europeos.
“Tomará tiempo implementar un nuevo sistema para retomar el control de nuestras fronteras. Durante ese periodo la gente podrá venir a vivir y trabajar a Reino Unido, pero habrá un sistema de registro para el nuevo régimen”.
Con este discurso, la primera ministra intenta destrabar las negociaciones del Brexit, cuya siguiente ronda comienza el próximo lunes en Bruselas, sede del organismo europeo.
“Si no alcanzamos un trato, será un fracaso histórico”, advirtió May.
Propuso para Gran Bretaña un nuevo modelo de asociación que sea “ambicioso, práctico e innovador”, descartando el modelo de Noruega y Canadá, y a cambio propuso una nueva sociedad “completamente diferente”.
May reconoció que las negociaciones serán difíciles, pero “si las hacemos de manera respetuosa y pragmática” puede ser un éxito para todos, destacó.
“Mi tono es de colaboración y amistad porque si lo hacemos bien al final de este proceso vamos a resolver los problemas respetuosamente y rápido”, dijo.
Durante su discurso de más de media hora, la primera ministra utilizó un tono conciliatorio en el que propuso crear con los 27 países una asociación de intereses comunes, de valores y ambiciones para un futuro con oportunidades y prosperidad para todos.
Destacó que la salida británica de la mancomunidad “no es un repudio” porque Gran Bretaña “quizá esté dejando la UE, pero no Europa”.
La nueva ronda de negociaciones en Bruselas busca destrabar temas importantes como los derechos de los ciudadanos europeos en Gran Bretaña y viceversa, así como la suma que los británicos pagarán al bloque de naciones para conseguir un divorcio definitivo.