Rusia amenaza con dejar START III si no hay acuerdo sobre el escudo antimisiles

"Confiamos en que los problemas en el tema de la defensa antimisiles no crezcan hasta magnitudes que supongan un retroceso en nuestras relaciones, un profundo enfriamiento real, sin mencionar la edad de hielo", indicó el número dos de la Cancillería rusa.

Rusia puede abandonar el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START III) si no alcanza un acuerdo con Estados Unidos sobre el despliegue del escudo antimisiles en Europa, declaró el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Riabkov.

"Las posibilidades son muchas (si no hay acuerdo), hasta el extremo de abandonar el START, algo que saben, en principio, los americanos. Pero no es nuestra elección, no quisiéramos que las cosas fueran por esa vía", aseguró el viceministro a la emisora de radio "Golos Rossii".

Al mismo tiempo, Riabkov valoró de manera positiva el tratado ratificado a principios de este año por Rusia y Estados Unidos.

"Creo que el nuevo tratado START es un paquete clásico y equilibrado de compromisos. No hemos renunciado a nuestros intereses fundamentales, en algunos aspectos hemos blindado nuestros intereses mejor que antes de este tratado. Seguramente lo mismo se puede decir sobre los intereses de Estados Unidos", apuntó Riabkov.

El viceministro reiteró que la falta de acuerdo sobre la defensa antimisiles puede hacer retroceder las relaciones bilaterales entre Rusia y Estados Unidos.

"Confiamos en que los problemas en el tema de la defensa antimisiles no crezcan hasta magnitudes que supongan un retroceso en nuestras relaciones, un profundo enfriamiento real, sin mencionar la edad de hielo", indicó el número dos de la Cancillería rusa.

Las dos potencias no se librarán del problema relativo al proyecto norteamericano de desplegar sistemas de defensa antimisiles en Europa, según Riabkov, "hasta que no lleguemos a un acuerdo o hasta que no completemos (los rusos) las medidas de carácter técnico-militar anunciadas por (el presidente) Dmitri Medvédev".

A finales de noviembre, el presidente ruso anunció el despliegue de un radar y ordenó reforzar la seguridad de las instalaciones de las fuerzas estratégicas de Rusia en respuesta a la negativa de Estados Unidos a dar garantías por escrito de que su sistema de defensa antimisiles en Europa no amenaza al poderío nuclear ruso.

Tanto Washington como la OTAN se niegan a ofrecer estas garantías por escrito a Moscú y rechazan además la propuesta rusa para una defensa antimisiles conjunta entre la Alianza Atlántica y Rusia en Europa.

El tratado START III fue firmado el 8 de abril de 2010 en Praga por los presidentes de Rusia y Estados Unidos, Dimitri Medvedev y Barack Obama, respectivamente, y los ministros de Exteriores de ambos países intercambiaron las cartas de ratificación el 5 de febrero de este año en Múnich (Alemania).

El acuerdo establece que ambos países, que poseen el 90 por ciento de las armas nucleares existentes en el mundo, se comprometen a reducir en un 30 por ciento el número de ojivas nucleares estratégicas desplegadas.

Según expertos nucleares, el acuerdo de reducción nuclear dejará a Estados Unidos con un total de 5,200 cabezas nucleares, frente a las 4,850 de Rusia.