En un mensaje de Twitter escrito en francés, inglés y neerlandés, Rutte alertó de que Países Bajos también "sigue comprometido con los valores comunes de la Unión Europea", así como con "la libertad de expresión y contra el extremismo y el radicalismo".
En una crítica al presidente francés, Erdogan se preguntó en un discurso televisado sobre "cuál es el problema de Macron con el islam y los musulmanes", afirmando que el líder francés "necesita ayuda psicológica" porque está involucrado en una "caza de brujas contra los musulmanes".
Bruselas le exigió a Erdogan detener "la espiral peligrosa de confrontación" que provoca con sus declaraciones, pero el líder turco contestó a esto haciendo un llamamiento a boicotear los productos franceses.
Ankara inició estás tensiones diplomáticas por su desacuerdo con las medidas anunciadas por Macron después de la decapitación del profesor francés Samuel Paty por un islamista radical.
Entre los planes del Gobierno francés está la vigilancia de personas y organizaciones que hayan apoyados o justificado públicamente el ataque contra Paty.
Este fin de semana, el ultraderechista neerlandés Geert Wilders también provocó otro episodio de reacciones de condena por parte del Gobierno turco, después de tuitear una caricatura de Erdogan en la que lo califica de "terrorista".