En un evento celebrado en Berlín por la Global Solutions Initiative, Scholz aludió a los estados del Sur Gobal, que apoyan reglas como la prohibición del uso de la fuerza y el respeto a la soberanía y la integridad territorial de los países, pero "vacilan" a la hora de criticar abiertamente a Rusia por la invasión de Ucrania.
El motivo, aseveró es que los líderes de esos países cuestionan la "aplicación desigual" de aquellos principios, en parte debido a la herencia que perdura de la época colonial.
"Esperan representación en términos igualitarios y el fin de los dobles estándares occidentales", afirmó el canciller alemán, quien señaló que no debería "sorprender" si su disposición a cooperar es "limitada" si se les transmite la impresión de que occidente sólo tiene interés en hacerse con sus materias primas.
Por el contrario, los países europeos pueden ofrecerles su experiencia "única" en integración regional o facilitarles el acceso a las tecnologías y al capital necesarios para desarrollar el sector de la energía limpia en aras de la "enorme oportunidad" que supone el progreso de la descarbonización.
Scholz puso además el ejemplo de los minerales que con frecuencia son procesados en países distintos de los de origen y de los pasos que se pueden emprender para relocalizar estas industrias de forma que también occidente pueda diversificar sus cadenas de suministro.
Otro problema es la "representación, o más bien la falta de representación", argumentó el canciller alemán, ya que los países del Sur Global "no se comprometerán con la defensa del derecho internacional si no están adecuadamente representados".
En este sentido, hacen falta "reformas institucionales", dijo Scholz, quien recordó que Alemania apoya que África obtenga más asientos y un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y que la Unión Africana (AU) sea incluida en el club del G20 como miembro de pleno derecho.
Como ejemplo de su compromiso, anunció que ha invitado a Berlín a los líderes africanos para avanzar en noviembre el conocido como "Pacto con África" del G20, que tiene como objetivo estimular el crecimiento y alentar las inversiones en el continente.
"El orden internacional se enfrenta a retos que quizá son los mayores de las últimas ocho décadas, pero el potencial para la cooperación global en términos igualitarios nunca fue más grande. Es la dicotomía de nuestro tiempo", concluyó el canciller alemán.