El encuentro se producirá después de que Macron mantuviera una larga reunión con el presidente ruso, Vladimir Putin, en Moscú que estuvo dedicada por entero a la crisis de Ucrania y de que Scholz se reuniera en Washington con el presidente estadounidense, Joe Biden.
La ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock, ha realizado visitas a Rusia y a Ucrania.
La reunión se enmarca dentro del formato del Triángulo de Weimar, una iniciativa de Alemania, Francia y Polonia en la que los tres países abordan desde 1991 cuestiones de cooperación.
Frente a la crisis de Ucrania hay diferencias entre los tres países y ante todo Polonia suele reclamar una actitud más firme frente a Rusia de parte de los aliados occidentales.
Mientras que Francia y Alemania apuestan por resolver el conflicto a través de la diplomacia Polonia es partidaria de una estrategia de disuasión a través del aumento de la presencia militar de la OTAN en la región.
Alemania ha recibido críticas por su negativa a enviar armas a Ucrania y se le reclama con frecuencia claridad sobre el futuro de las relaciones económicas con Rusia -sobre todo en lo relativo al suministro de gas- en caso de un ataque a Ucrania.
El futuro del gasoducto Nord Stream II, ya terminado pero todavía no en funcionamiento, en un tema de permanente polémica.
Cerca del 55 por ciento del gas que se consume en Alemania es de procedencia rusa. Nord Stream II, lo mismo que Nord Stream I, ya en funcionamiento, transporta gas ruso a Alemania a través del Báltico sin tocar suelo ucraniano.
Polonia ha sido siempre muy crítico con el proyecto y Alemania ha hablado siempre de sanciones económicas para el caso de una agresión a Ucrania pero sin precisarlas y sin que haya una línea común clara dentro de los partidos de Gobierno.