Seúl y Washington aguardan atentos el desfile militar que prepara Pionyang

La inteligencia militar en Seúl y Washington estará muy pendiente el sábado del desfile militar que Corea del Norte celebra en Pionyang con motivo del 75 aniversario del partido único y en el que se espera que exhiba los últimos avances de su programa de misiles.

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El régimen retomó los test de armas en 2019 tras el fracaso de la cumbre de Hanói que mantuvo con EE.UU. sobre desarme nuclear, aunque se limitó a disparar solo misiles de corto alcance con la aparente intención de ir poniendo a prueba la paciencia de Washington.

El presidente estadounidense, Donald Trump, les quitó peso argumentando que dichos ensayos no violaban la moratoria autoimpuesta por Corea del Norte, que desde 2017 no ha testado misiles de alcance medio o largo ni armas nucleares de cara a mantener vivo el acercamiento con EE.UU.

"NUEVA ARMA ESTRATÉGICA"

Sin embargo, el líder Kim Jong-un endureció el tono en su mensaje de Año Nuevo y prometió que su país desplegaría pronto una "nueva arma estratégica", lo cual sugiere que el régimen prepara un nuevo proyectil de alcance intercontinental.

Poco después se desató una pandemia que está ahogando con especial dureza la economía del aislado y empobrecido país asiático, y desde enero Corea del Norte apenas ha realizado cuatro series de ensayos -frente a los 13 de 2019- con proyectiles de escaso rango.

Es por eso que el evento del sábado se antoja como el único gran escaparate de este año para que el régimen haga desfilar una serie de activos que envíen una inequívoca señal sobre su plan de seguir desarrollando armas de destrucción masiva si Washington no opta por negociar un proceso de paz.

TRES POSIBLES NOVEDADES ARMAMENTÍSTICAS

Entre el armamento que Pionyang podría desvelar destaca la mencionada "nueva arma estratégica" mencionada por Kim, que vendría a ser un nuevo misil balístico intercontinental (ICBM) con mejores capacidades que el Hwasong-15, proyectil de mayor rango probado hasta la fecha por Corea del Norte con potencial capacidad para alcanzar EE.UU.

Varias claves indican que muy posiblemente se vea un nuevo ICBM el sábado, empezando por las dos pruebas que Pionyang realizó el pasado diciembre con un nuevo motor de combustible líquido en la base de Sohae (noroeste del país), donde también se probaron en su día los motores del Hwasong-15.

También hay factores más recientes, como lo publicado hace unos días por el diario surcoreano Chosun, que, citando una fuente anónima de la inteligencia militar en Seúl, aseguró que los satélites han captado la puesta a punto de un nuevo misil "mayor que el Hwasong-15".

A eso hay que añadir que Ri Pyong-chol, una de las principales figuras del programa armamentístico, fue nombrado esta semana mariscal, el mayor rango de las fuerzas terrestres norcoreanas, solo por detrás de los cargos simbólicos que ostentan los miembros de la dinastía Kim.

Por otro lado, algunos expertos creen que Pionyang podría optar por hacer desfilar solo los contenedores (y no los misiles en sí), como ya hizo en desfiles anteriores con proyectiles que estaban aún en fase de desarrollo.

NUEVAS LANZADERAS

Otro elemento que los analistas observarán de cerca serán las lanzaderas erectoras móviles (TEL por sus siglas en inglés) que el ejército norcoreano muestre durante el evento.

Se sabe que Corea del Norte logró hacerse en 2012 con seis TEL de fabricación china modificados originalmente para transportar troncos y que el régimen los alteró después para que pudieran transportar, preparar y disparar misiles como el Hwasong-15.

Está por ver si Pionyang mostrará los mismos TEL con nuevas modificaciones (las imágenes por satélite que mencionó Chosun apuntan a esa posibilidad) o si podría tratarse de vehículos que Corea del Norte habría logrado fabricar por sí misma, algo que supondría otro peligroso avance armamentístico.

OTRO MISIL PARA SUBMARINOS

El tercer activo armamentístico que Corea del Norte podría mostrar por primera vez es el Pukguksong-3, un nuevo misil balístico para ser lanzado desde un submarino (SLBM).Pionyang probó este proyectil en octubre del año pasado, aunque lo hizo desde una plataforma flotante y no desde un sumergible.

En todo caso, Pionyang lleva tiempo volcado en el desarrollo de este arma y de un nuevo submarino (el llamado Sinpo-C), con el claro y peligroso objetivo de convertirse algún día en el sexto país del mundo con capacidad operativa para disparar misiles balísticos desde submarinos y, por ende, capaces de golpear cualquier punto del planeta.