En el marco de una ofensiva digital a gran escala, los espías estadounidenses pusieron la mira en altos miembros del gobierno como el ex presidente Hu Jintao, así como en el ministerio chino de Comercio, el ministerio de Exterior, bancos y empresas de telecomunicación.
Especial esmero puso la NSA en el espionaje de Huawei, el segundo proveedor mundial de equipamiento de telecomunicaciones, con una facturación anual de cerca de 28,000 millones de euros (38,000 millones de dólares).
De acuerdo con los documentos de Snowden, la NSA lanzó una amplia operación a principios de 2009 contra la compañía china, considerada la principal rival de la estadounidense Cisco.
La agencia justificó la vigilancia por el hecho de que muchos de los sujetos que espiaba se comunicaban a través de productos de Huawei. Además expresó su preocupación de que "la República Popular de China pudiera utilizar la amplia infraestructura de Huawei para fines de espionaje", cita la revista.
Según el semanario, el coordinador de los servicios secretos en la Casa Blanca, la CIA y el FBI estaban al tanto de las operaciones. (DPA)
