Steinmeier advierte al país que vienen "años duros" y confrontación con Moscú

El presidente alemán, Frank Walter Steinmeier, advirtió hoy, en un discurso a sus conciudadanos, que se vienen "años duros" para Alemania y que con el inicio de la invasión de Ucrania se abrió una "época" de confrontación con Moscú.

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El presidente alemán, Frank Walter Steinmeier, durante su visita a Kiev. EFE/EPA/SERGEY DOLZHENKO

"La Rusia de hoy no deja espacio para viejos sueños", afirmó Steinmeier, en alusión a la pasada etapa de acercamiento entre Moscú y Berlín, mantenida por sucesivos gobiernos, incluidos los del socialdemócrata Gerhard Schröder y la conservadora Angela Merkel, de los que formó parte como ministro.

La mañana del 24 de febrero, el día en que empezó "la brutal agresión" de Rusia a Ucrania, "cambió el mundo" y se produjo un "abrupto cambio de época".

Tras décadas de prosperidad y fortaleza económica, desde la reunificación alemana a la actualidad, se vienen sobre el país "años duros", en lo económico y lo político, derivados de la guerra, la violencia, con millones de refugiados y el miedo "a una extensión" de esa guerra.

Expresó al respecto su apoyo y comprensión hacia socios de la UE y la OTAN que temen una agresión, como los países bálticos o Polonia, y recordó que Alemania, pese a sufrir los efectos del conflicto, "no es un país en guerra".

El discurso de Steinmeier se produjo unos días después de la primera visita del presidente a Ucrania, meses después de ver frustrado su propósito de viajar a Kiev junto a otros líderes europeos, ya que las autoridades de ese país consideraron "no deseada" su presencia.

A Steinmeier se le identificaba en Kiev con una pasada línea "prorrusa" practicada tanto por el canciller socialdemócrata Gerhard Schröder -1998/2005- como por la conservadora Merkel -2005/2021-.

El ahora presidente fue ministro de la Cancillería bajo Schröder, amigo y aliado político de Putin, y luego titular de Asuntos Exteriores en dos legislaturas de Merkel.

En este periodo con Schröder se gestó la construcción del gasoducto Nord Stream 1, que entró en funcionamiento en 2011, el mismo año en que, ya bajo Merkel, se decidió la construcción del Nord Stream 2.

Junto a la advertencia sobre los años duros que se avecinan -los principales institutos económicos y el propio gobierno pronostican que en 2023 Alemania entrará en recesión- Steinmeier recordó las experiencias vividas durante su viaje a Ucrania.

Tras sonar las alarmas antiaéreas, Steinmeier tuvo que mantener un encuentro con varias ucranianas en un refugio, donde escuchó "con la voz propia" de esas mujeres el relato del temor y los llantos vividos ese primer día de invasión, el 24 de febrero, "al que siguieron muchos otros días parecidos, semana tras semana".

Steinmeier llamó a sus conciudadanos a confiar en la fuerza de Alemania, "un país fuerte", y en su propia fortaleza, para superar al situación actual.

También apeló, en dirección al ámbito político, a establecer las medidas necesarias para paliar los efectos de la situación económica actual y la inflación entre las familias de ingresos más modestos.

"Quienes más tienen, deben contribuir a que no aumenten las desigualdades sociales", afirmó, tras dirigirse repetidamente a lo que denominó "el centro de la sociedad" y alertar contra el crecimiento de las corrientes populistas y ultraderechistas que se alimentan del descontento social.

Abundó asimismo en la necesidad de que Alemania se dote de un "ejército fuerte", acorde con la responsabilidad que le compete en tanto que el mayor país de Europa.

Dicho ejército fuerte -a cuya modernización dedicará el gobierno del canciller Olaf Scholz un paquete de 100,000 millones de euros- debe contar con el "respaldo de toda la sociedad alemana.