Transparencia Internacional aboga por tipificar la extorsión sexual como delito

La ONG Transparencia Internacional (TI) abogó por que se tipifique como delito la extorsión sexual, en un informe difundido hoy donde pide que se persiga como corresponde y denuncia que no se relaciona con la corrupción en la mayoría de los códigos penales.

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El informe habla de "sextortion", que ocurre - explican- entre la víctima, en la mayoría de los casos una mujer, y una persona en un contexto de poder o con acceso a él que explota esta situación de desigualdad para abusar sexualmente de ella.

La ONG internacional, con sede central en Berlín, llega a la conclusión en su informe de que esta extorsión es un tipo de corrupción más dañina que la económica, porque implica en las víctimas unas consecuencias físicas y psicológicas muy graves.

Entre las recomendaciones que hace para luchar contra ella, destaca tipificar la extorsión sexual como delito para mejorar la forma en la que se juzgan estos casos a nivel internacional, además de integrar programas que promuevan las políticas antiextorsión de este tipo en el mismo nivel en el que se promueven las de índole económica.

Al no estar tipificada, la extorsión sexual corre el riesgo de no ser perseguida desde dos frentes: en el caso de juzgarse desde el punto de vista de abuso sexual, no se tiene en cuenta el contexto de la situación, y si se trata en un caso de corrupción puede que se desestime en juicios que sólo consideren los sobornos y chantajes económicos.

MUJERES POBRES, MIGRANTES O MENORES, LAS MÁS VULNERABLES

El informe incluye además un estudio de los sectores en los que la problemática de la extorsión sexual es más destacada, dando una visión general de qué personas son las más vulnerables.

Las migrantes están entre las más afectadas por este tipo de delitos, a los que se enfrentan durante su viaje pero también una vez llegan a su destino. Además del soborno económico al que hacen frente, especialmente aquellas en situación irregular, las mujeres encuentran una doble extorsión, obligadas en ocasiones por los oficiales fronterizos a acostarse con ellos para dejar pasar a sus familias, denuncia TI.

Los campos de refugiados son lugares en los que preocupa especialmente esta situación, que se repite también en zonas afectadas por catástrofes naturales. En estos ambientes, la expresión "sexo transaccional" se utiliza para describir esta extorsión sexual a cambio de víveres básicos.

El informe cita el caso de 2015 cuando la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios de Supervisión Interna alertó de que se había detectado extorsión sexual que afectaba a más de 225 mujeres en Haití.

Las víctimas optan por no denunciar en muchas ocasiones, señala el informe, porque pierden la confianza en el sector judicial o en la policía, al tratarse de figuras de autoridad similares a las que han abusado de ellas.

Estos dos sectores, la justicia y la policía, son los ámbitos en los que más se documentan casos de extorsión sexual. En el caso de la justicia, TI pone como ejemplo casos como el de un juez que ofrecía un veredicto favorable por favores sexuales, o policías que, a cambio de retirar multas o no denunciar algún delito menor, abusan de sus víctimas.

Estos comportamientos preocupan especialmente en el ámbito educativo, donde esta problemática se agrava al involucrar a menores de edad. El informe destaca casos de sobornos a cambio de mejores notas o similares, que se dan tanto en países en vías de desarrollo como en potencias industrializadas como Estados Unidos.