En una operación que concentró la atención de los medios locales y extranjeros, debido a la logística utilizada, Quijano resaltó que “esta es la primera vez que vamos a ver pasar las compuertas a través de las esclusas actuales, a bordo de una barcaza enorme, casi del tipo Panamax”.
El administrador de la ACP invitó a la población a seguir el tránsito seguro y programado de la barcaza con la compuerta a bordo.
La compuerta, una de las 16 construidas por la firma italiana Cimolai, fue trasladada desde Italia a Panamá y forman parte del proyecto del tercer juego de esclusas, ejecutado por el consorcio internacional Grupo Unidos por el Canal (Gupc, integrado por la empresa española Sacyr Vallehermoso, la italiana Salini Impregilo, la belga Jan De Nul y la panameña Constructora Urbana, S.A.)
El tercer juego de esclusas tiene una inversión de 3,200 millones de dólares y es la parte más importante del programa de ampliación de la vía acuática, por 5,250 millones de dólares.
Cada una de las nuevas compuertas pesa entre 2,500 y 4,000 toneladas, el equivalente a unos 2,000 automóviles colocados sobre una báscula. Tienen una altura de un edificio de 20 pisos y son vitales para el funcionamiento del tercer juego de esclusas.
Quijano añadió que el Canal de Panamá ampliado contribuirá a las economías de escala, aumentará la eficiencia del transporte marítimo internacional, estimulará la industria naviera y ayudará a reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera y los tiempos de tránsito.
Se espera que el 10 de noviembre arribe a Panamá el cuarto y último embarque de compuertas construidas por Cimolai.
Al respecto, el responsable de las compuertas por el consorcio Gupc, Sergio Ametler, aseveró que los dispositivos están construidos en acero de alta resistencia y tienen un revestimiento de pintura epóxica anticorrosiva. Su principal ventaja es abrir y cerrar con rapidez (4,5 minutos), con el uso de cables y pinzas especiales denominadas “ánodos de sacrificio”.
Las 16 compuertas que serán instaladas pesan, en total más de 50,000 toneladas. A diferencias de las antiguas compuertas en funcionamiento desde 1914, las del tercer juego de esclusas podrán ser reparadas en su propio nicho o garaje, sin necesidad de ser desmontadas, aclaró Ametler.
Tras diversos retrasos, la obra de ingeniería deberá entrar en operaciones en enero de 2016, para permitir el tránsito de los buques “post Panamax”, con mayor capacidad de carga. El proyecto de ensanche de la vía interoceánica registra un 80.4 por ciento de ejecución. (DPA)