La temperatura en el aeropuerto internacional de McCarran, que sirve a Las Vegas (Nevada), alcanzó este sábado los 117 grados Fahrenheit (47,2 grados centígrados), según el Servicio Nacional Meteorológico.
Y en el desierto del Valle de la Muerte (Death Valley), en el sur de California, el termómetro llegó a rozar los 130 grados Fahrenheit (54,2 grados centígrados).
En total, más de 30 millones de personas se encuentran en zonas con alertas de calor excesivo en Nevada, California y el oeste de Arizona y Utah.
"Muy alto riesgo de calor para hoy debido a la combinación de templadas temperaturas de noche y las altas que se esperan al mediodía", advirtió el servicio meteorológico en California.
Según las previsiones, estas temperaturas se mantendrán hasta el próximo miércoles, y progresivamente irán disminuyendo de cara a finales de semana.
Como consecuencia, las autoridades de California y Nevada han aconsejado a los ciudadanos reducir el consumo de energía para evitar fallas en el sistema.
Esta ola de calor se produce poco después de que áreas del noroeste de Estados Unidos y el oeste de Canadá sufriesen otra similar, en ciudades como Portland (Oregón) o Seattle (Washington) y Vancouver (Columbia Británica canadiense), donde es mucho más inusual registrar estas altas temperaturas.