Washington evita responder a la provocación armamentística de Pionyang

El Gobierno estadounidense evitó este martes responder a la provocación armamentística de Corea del Norte, que ha amagado con romper su pacto militar con el Sur y ha amenazado a la Administración de Biden con retomar sus pruebas de armas coincidiendo con la visita a la región de sus secretarios de Estado y de Defensa.

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La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, rehusó hacer comentarios al respecto y señaló que el Gobierno se centra ahora en coordinarse con sus aliados en diversas cuestiones, incluida la de la seguridad.

Y siempre con el objetivo de que impere "la diplomacia y la desnuclearización", añadió Psaki en declaraciones a la prensa que viajaba con Biden en su gira para explicar el último rescate económico.

Pionyang amagó este con romper un pacto militar con el Sur en protesta por las maniobras bélicas de Seúl y Washington, y amenazó al Gobierno de Biden con retomar sus pruebas.

El mensaje lo envió Kim Yo-jong, la hermana del líder norcoreano Kim Jong-un, a través de un comunicado publicado por los medios de propaganda del régimen.

En el escrito, Kim cargó contra las maniobras regulares de primavera -unos ejercicios de puestos de mando (CPX) basados principalmente en simulaciones computerizadas- que iniciaron la semana pasada Corea del Sur y EE.UU., y principalmente protestó por la actitud de Seúl.

Advirtió al Sur con tomar medidas "tales como la ruptura del pacto militar intercoreano", importante acuerdo firmado en 2018 por Kim Jong-un y el presidente sureño, Moon Jae-in, para reducir acciones y activos militares en torno a la frontera para rebajar la tensión en la península.

A su vez, Kim aprovechó el mensaje destinado a Seúl para dar "un consejo breve a la nueva Administración de Estados Unidos".

"Si su deseo es disfrutar de un sueño placentero durante los próximos cuatro años, sería prudente no generar un problema que les haga perder el sueño", escribió la hermana del líder en clara alusión al reinicio de las pruebas de armas de destrucción masiva a las que el régimen ya se refirió en enero.